Un brutal femicidio sacudió este domingo a la localidad bonaerense de Berisso. Un hombre de 30 años, identificado como Nicolás Ángel Castro, asesinó a balazos a su pareja, Jesica Noelia Duarte, de la misma edad, frente al hijo de ambos de apenas 7 años. Tras el ataque, intentó quitarse la vida de un disparo y permanece internado bajo custodia policial.

El crimen ocurrió en una vivienda ubicada en la calle 39 entre 129 y 130. Fue la madre del agresor quien alertó a la Policía. Al llegar al lugar, efectivos del Comando de Patrullas encontraron a Castro gravemente herido, con un disparo que ingresó por el cuello y salió por el cuero cabelludo. En el patio delantero yacía Duarte, con dos impactos de bala: uno en la espalda con salida en el abdomen y otro en el hombro, con salida bajo la axila. Personal del SAME confirmó su fallecimiento en el lugar.

La investigación, a cargo de la fiscal Ana Medina (UFI N°1 de La Plata), fue recaratulada como “homicidio triplemente calificado”: por el vínculo, violencia de género y uso de arma de fuego. El caso expone una compleja trama de violencia estructural, antecedentes delictivos y medidas judiciales incumplidas.

El hijo de la pareja brindó un testimonio clave: presenció el crimen y relató que su padre le disparó dos veces a su madre antes de intentar suicidarse. El niño también denunció agresiones físicas previas y contó que Castro le había quitado el celular a su madre tras una fuerte discusión. Médicos constataron lesiones leves compatibles con su relato.

Vecinos y familiares confirmaron que Jesica sufría violencia de género habitual. También trascendió que ambos cumplían arresto domiciliario con tobillera electrónica: Duarte, desde abril de 2024 por una causa de tenencia de drogas; y Castro, desde junio de 2025, por homicidio calificado, tenencia de armas y otros delitos que integran un extenso prontuario.

En la vivienda se encontraron cinco vainas calibre 9 mm, desorden en el dormitorio —posible indicio de forcejeo— e impactos de bala dirigidos hacia el exterior.

Castro permanece internado en estado sedado y aún no puede declarar. La fiscalía solicitó su detención formal mientras continúan las pericias y se reúnen testimonios para reconstruir la dinámica del crimen. El caso vuelve a poner en evidencia las falencias del sistema judicial para proteger a las víctimas de violencia de género, incluso en contextos de máxima alerta.