El pasado jueves, la Cámara de Diputados aprobó y le dio media sanción al proyecto de ley que prorroga por 50 años las asignaciones específicas destinadas al sostenimiento de actividades culturales. Entre ellas, las que llevan adelante la industria audiovisual, teatral, musical y las bibliotecas populares.
Luego de más de cuatro horas de debate, el proyecto se aprobó con 132 votos a favor, del Frente de Todos, el interbloque Federal, Provincias Unidas y la Izquierda; 5 votos en contra de legisladores libertarios, y 92 abstenciones de la mayoría de los integrantes de Juntos por el Cambio.
Al respecto el ministro de Cultura, Tristán Bauer, comentó: “Es una alegría que se haya comenzado a revertir, a través de la media sanción de la Cámara de Diputados, la penosa situación en la que nos dejó el macrismo en 2017, al poner en riesgo la financiación de nuestras industrias culturales. Sin duda, es un logro colectivo de todas y todos los que creemos en la necesidad de garantizar estas asignaciones específicas para financiar el trabajo y la producción de las industrias culturales, impulsadas por organismos como el INCAA, INAMU, INT, ENACON y la CONABIP. El cine, el teatro, la música, la comunicación audiovisual y el funcionamiento de nuestras bibliotecas populares deben contar con fondos y reglas claras de financiamiento para poder desarrollarse”.
Y agregó: “Queremos agradecer especialmente a los diputados y diputadas que, sin distinción de signo político, defendieron ayer a nuestra cultura, a las industrias culturales, a nuestras bibliotecas populares y a todo lo que ellas representan en términos simbólicos y económicos para nuestro país. Todavía queda mucho por hacer, pero dimos un paso muy importante”.
El miembro informante del proyecto y presidente de la comisión de Comunicaciones, Pablo Carro (Frente de Todos), defendió el proyecto, al señalar: “Lo que estamos discutiendo hoy acá es cómo hacemos para financiar y promover nuestra cultura y al conjunto de instituciones que forman el entramado de nuestra cultura”. “El hecho de que seamos un país pobre no implica que no tengamos que invertir en cultura; lo del plazo lo veo como una discusión técnica muy fina y con respecto al tema de la burocracia, el argumento es absurdo, porque cada peso que se pone se multiplica”, explicó.
“Estamos discutiendo cómo hacemos para financiar nuestra cultura, cómo promovemos, fomentamos el cine, el teatro, la música, las bibliotecas populares, los medios comunitarios, la defensoría del público, el ENACOM, el conjunto de instituciones que forman el entramado de nuestra cultura”, afirmó en el recinto el diputado Carro. “He escuchado a muchos decir que 50 años es mucho. Es cierto, pero depende para qué y en qué contexto estemos ubicando estos 50 años”.
El diputado afirmó que “la pregunta que debiéramos hacernos no es cuántos años hay que financiar a la cultura si no si pensamos que en algún momento tiene que dejar de haber financiamiento para la cultura. Es decir, este financiamiento, ¿es permanente o transitorio? Esa es la pregunta que nos tenemos que hacer. Tiene que ser permanente”.
“Me arrepiento de haber hecho un proyecto que dice 50 años. Me hubiera gustado poner más, un 99 para que sea más parecido a un infinito porque eso es lo que queremos para nuestra cultura, que dure para toda la vida”, precisó Carro y luego disparó: “Con la guita de la cultura no le vamos a pagar al FMI”.
Momentos antes del inicio de la sesión en la Cámara de Diputados para el tratamiento de la Ley impulsada por el diputado Pablo Carro se llevó a cabo una conferencia de prensa en la sede del Instituto Nacional de la Música (INAMU) en la que participaron referentes y organizaciones de la cultura, junto a los organismos para los cuales están destinadas las asignaciones específicas como la CONABIP, el INT, el INAMU, el INCAA, el ENACOM y RTA.
María del Carmen Bianchi, presidenta de la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (Conabip), recordó que representa a más de 2000 bibliotecas populares de todo el país. “No hay nada que festejar, excepto la demostración para que de acá en adelante no vuelva a ocurrir que se arrasen los derechos culturales. Esto nos ayuda a recordar algo que no debemos olvidar: que los derechos se defienden todos los días”, afirmó.
Gustavo Uano, director ejecutivo del Instituto Nacional del Teatro (INT), resaltó la unidad del sector de la cultura. Al igual que Nicolas Batlle, vicepresidente del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) que dijo: “¡No al apagón cultural!”.
“Con esta caducidad se pierde el trabajo de cientos de miles de personas, la diversidad, la posibilidad de afincarse cada uno en su lugar y no tener que venir a Capital para ser actor o actriz, se perdía la identidad”, dijo el vicepresidente del Ente Nacional de Comunicaciones, Gustavo López.
“Creemos que el derecho a la comunicación es un derecho central, fundamental. Para fortalecer la comunicación popular y a todos los sectores que se ven afectados, pueblos originarios, organizaciones sindicales, radios comunitarias, etc.”, sostuvo el secretario general de la Defensoría del Público, Pascual Calicchio.
Vanesa Pagani, del Espacio Audiovisual Nacional, sostuvo: “Nuestro fondo de fomento da pluralidad de voces, federaliza los recursos. Estamos todos juntos con un solo fin: que no se acaben los fondos, defendiendo a las y los trabajadores”.
De la conferencia también participaron organizaciones nacionales, provinciales, organismos y representantes internacionales y regionales. También estuvieron presentes los escritores Marcelo Figueras, Sergio Olguin y Marcelo Guerrieri, presidente de la Unión de escritoras y escritores.
Luego de la conferencia de prensa se realizó una foto conjunta en el interior del Congreso de la Nación con el diputado nacional por la provincia de Córdoba Pablo Carro, responsable del proyecto de ley que se aprobó está noche en Diputados
La sesión fue seguida desde los palcos por artistas, músicos e intelectuales y contó con la presencia del ministro de Cultura, Tristán Bauer.
Sobre las asiganciones
Hay que tener en cuenta que si no se extiende la vigencia de las asignaciones específicas, estos fondos, que garantizan la continuidad de los recursos que se distribuyen de manera federal y equitativa en todo el territorio nacional, dejarán de ser percibidos por los organismos el 31 de diciembre del 2022 (Ley 27.432 de 2017).
Estas asignaciones resultan imprescindibles para el fomento y el desarrollo del teatro, la música, la danza, el cine, la televisión, el audiovisual, las bibliotecas y medios de comunicación comunitarios. Miles de puestos de trabajo dependen de ellos.