El presidente Javier Milei justificó los fondos millonarios destinados a la SIDE porque la Argentina “es un país que recibió dos atentados y además nos han vuelto a amenazar”. Además aseguró que “mi intención no es hacer lo mismo de usar la SIDE para perseguir gente”.
Durante una entrevista radial, el jefe de Estado cuestionó la decisión de que el senador Martín Lousteau haya sido elegido como responsable de la Bicameral de Inteligencia: “Usted no puede poner en la bicameral a un kichnerista del closet como es el caso de Lousteau. O poner gente como (Óscar) Parrilli o (Leopoldo) Moreau que son cómplices del memorándum de entendimiento con Irán, siendo que fue partícipe de los atentados”.
Los 100 mil millones de pesos que el Gobierno destinó a la SIDE, en medio de una profunda crisis económica y un severo ajuste del gasto público, fue eje de discusión en las últimas semanas.
El miércoles pasado, Diputados derogó el DNU presidencial con 156 votos a favor y solo 52 negativos. El peronismo, la izquierda, buena parte de la UCR, Hacemos Coalición Federal y el sector del PRO que responde a Mauricio Macri votaron en contra del Gobierno lo que generó máxima tensión entre el oficialismo y el expresidente.
La decisión del Congreso se sumó a otra medida adoptada por la Comisión Bicameral de Inteligencia. Allí, el Gobierno postulaba al senador entrerriano Edgardo Kueider, presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales, que se convirtió en aliado para el oficialismo luego de su voto en favor de la Ley Bases. Otro sector impulsaba a un legislador del PRO, el misionero Martín Goerling, cercano a Patricia Bullrich y bendecido por la vicepresidenta, Victoria Villarruel. Pero una alianza de distintos bloques opositores confrontó con otra moción e impuso el nombre de Lousteau.