En la primera semana de agosto, el precio de los alimentos aumentó 2,1% y la crisis inflacionaria no se detiene. La próxima semana, el Indec dará a conocer la inflación de julio y hay preocupación por los resultados que pueda arrojar. El ministro de Economía, Sergio Massa, tendrá el desafío de frenar una fuerte escalada de precios que se profundizó a partir de la renuncia de Martín Guzmán.
De acuerdo a un informe de la consultora LCG, la primera semana del mes cerró con un incremento en el nivel de precios de los alimentos y bebidas del 2,1%, acelerando 1,1 puntos respecto a la semana previa. Si bien las primeras semanas de cada mes suelen mostrar registros más altos, lo cierto es que desde el último mes se observa un salto en la inflación semanal.
Con esta dinámica, alimentos y bebidas registraron una variación mensual del 6,8% promedio, continuando así en un sendero cada vez más elevado. El porcentaje de productos con aumentos dentro de la canasta se mantuvo en torno al 25%, marcando así cinco semanas consecutivas con valores por encima del 20%. Esto significa que todos los productos de la canasta registran un aumento por mes.
Otro de los aumentos llamativos fue en los panificados que se dispararon y encabezaron los incrementos. Curiosamente, a fines de julio, el Gobierno había acordado con las cámaras del sector panadero garantizar el abastecimiento a precios razonables de pan, que en junio tuvo incrementos de hasta 3,4%, y acciones para potenciar el funcionamiento del fideicomiso del trigo con la incorporación de más molinos. Al parecer, lo rubricado no inició de buena manera.