Los fiscales que pidieron la prisión preventiva de Martín Santiago del Río (47) detectaron inconsistencias entre las distintas declaraciones que hizo y las pruebas de la causa, con las que intentan probar que mintió en innumerables situaciones sobre lo que hizo el día del crimen o para mejorar su situación procesal.
El siguiente es el listado de las 15 contradicciones enunciadas por los fiscales Martín Gómez, Alejandro Musso y Marcela Semería, en el pedido de prisión preventiva de este lunes, que en un plazo de cinco días debe resolver el juez de Garantías 1 de San Isidro, Ricardo Costa:
Contradicción N° 1: Las antenas
Del Río dijo que el día del doble crimen -24 de agosto-, por la mañana, fue al estudio de su abogado Félix Linfante y estacionó en el garaje del teatro Coliseo, en el barrio de Retiro. Pero las antenas de telefonía indican que su celular impactó a las 10 en la zona del country Nordelta de Tigre donde vivía y recién a las 11 en Capital Federal, pero en Belgrano.
Contradicción N° 2: ¿Por dónde entró a CABA?
El imputado declaró que ingresó a la Ciudad de Buenos Aires por ruta Panamericana, avenida Lugones y 9 de Julio.
Pero los fiscales destacan que del Anillo Digital surge “claramente que el vehículo marca Mercedes Benz dominio NNK793 en el que se trasladó el nombrado ese día fue detectado únicamente por el dispositivo ubicado en el Destacamento Goyeneche” del barrio de Saavedra, a las 10.49.
Contradicción N° 3: Las llamadas con su padre
El acusado explicó que la tarde de aquel 24 de agosto, tras una reunión en Palermo, fue caminando por avenida Del Libertador y Bulnes hasta el hipódromo hablando con su padre “un largo rato”.
Los fiscales explican que del análisis de “llamadas entrantes y salientes” de Enrique Del Río, se corroboró que “en ninguna de ellas se verifica la duración de cinco minutos, siendo todas llamadas que no superan los dos minutos y medio”. También se advierte que entre las 10.07 y las 17.31, rechazó o no contestó nueve llamadas entrantes de su padre.
Contradicción N° 4: El celular “vivo” pero sin actividad
En su primera indagatoria, Del Río dijo que en el horario clave del crimen –la tarde del 24 de agosto-, estuvo contestando WhatsApp y mails desde su camioneta estacionada en la zona de Núñez.
Pero los fiscales resaltan que de la inspección de su celular Samsung A80 surge que: “Martín Del Río no contestó las llamadas telefónicas que llegaron a su teléfono celular en el horario señalado” y que “entre las 15.58 y las 19.51 horas”, horario clave en el que, según la acusación, “el ‘caminante’ devenido en ‘matador'” quedó filmado yendo y regresando de Núñez a la escena del crimen en Vicente López, “su teléfono celular no fue manipulado por el usuario”.
Contradicción N° 5: El departamento del suegro
El acusado dijo que a las 18 o 18.15 del 24 de agosto –momento en el que el asesino aún estaba en la casa de sus padres-, había ido en su camioneta al departamento de la calle Arredondo 2465 de Colegiales que pertenece a su suegro y él usaba de oficina.
Pero los fiscales afirman que “en este punto, quedó claramente demostrado que Del Rio llegó dos horas más tarde a lo aquí sostenido por él” a partir de las filmaciones del edificio que registran su llegada a las 20.02, algo que se verifica también con la georreferencia de las antenas telefónicas del celular del acusado.
Contradicción N° 6: ¿Estuvo con su esposa en Capital?
Del Río dijo que su esposa llegó con él al departamento de “Forum Alcorta” en Belgrano y que más tarde ambos regresaron juntos a su casa de Nordelta. Pero luego se contradijo al afirmar que su mujer llegó sola.
Las cámaras de seguridad de Nordelta lo tomaron el día del crimen llegando solo y sin su esposa a Nordelta a las 23.07.
Contradicción N° 7: Los controles remoto
El menor de los hijos Del Río declaró que el único control remoto que abría el garaje donde fueron asesinados sus padres y que tenía él, era uno “gris” que guardaba en la parte delantera de su auto, y que el control “negro” con un manojo de llaves que el día de su detención encontraron en el compartimento de la rueda de auxilio, era de una “alarma” de uno de los garajes de la familia en Villa Urquiza.
Los fiscales probaron y documentaron con un video ese control que estaba “escondido” en el auto de Del Río abría una de las puertas del garaje de la casona de Vicente López.
“El control remoto encontrado en el baúl del vehículo de Martín Del Río, desconocido por él, es el control que le pertenecía a Enrique Del Río, y fue utilizado por el encartado para huir de la escena del hecho una vez cometido, para luego ocultar el mismo en la parte trasera del vehículo”, concluyen los fiscales.
Contradicción N° 8: El “misal”
Del Río dijo que la cartera o “misal” donde su madre guardaba reliquias familiares y la llave de la caja fuerte, y que fue hallado en el domicilio de la empleada doméstica que fue primera detenida, María Ninfa “Nina” Aquino, estaba “hace 30 años” en poder de la familia.
Los fiscales señalan que la firma “Prüne” reportó que “la carterita o misal que determinara la detención de Ninfa Aquino, por haber sido hallada en su poder, previamente reconocida sin lugar a dudas como una reliquia de su abuela por parte del imputado Martín Del Río, pertenece a la colección de los años 2010/2011”.
Contradicción N° 9: Las freidoras
El acusado declaró que uno de los problemas que dilataban la mudanza de sus padres al edificio Chateau de Núñez, era que la mudadora “Verga Hermanos” debía sacar dos freidoras industriales de los tailandeses que luego iban a alquilar la casa de los Del Río en la calle Melo de Vicente López, algo que se vio reflejado en un chat que Mercedes Alonso le envió a una amiga.
Los fiscales explican que tanto los contactos con la mudadora como con los tailandeses no existieron y fueron algunos de los “argumentos dilatorios” con los que Del Río les mintió a sus padres y a su hermano.
Contradicción N° 10: Práctica de tiro
En sus declaraciones, Del Río dijo que hace como 20 años que no practicaba tiro y que lo hizo en la época en la que trabajaba en la empresa de seguridad de su padre.
Pero los fiscales, lo contradijeron con lo que declaró su hermano, Diego Del Río, cuando dijo que Martín “practicó tiro regularmente” y “le agarró el gusto para ir a tirar”. Su suegro también contó que hace siete años le mostró una pistola Glock.
Contradicción N° 11: La mentira con su padre
Del Río declaró que junto a su padre habían acordado engañar a su madre respecto a que no se enterara que la mudanza al edificio Chateau de Núñez no iba a poder concretarse a corto plazo.
“Enrique Del Río y Mercedes Alonso, hasta el último minuto de sus vidas, estuvieron esperando a la mudancera Verga Hermanos para que realicen la mudanza al edificio Chateau. No existe audio alguno persona-persona entre Martín y su padre en el que den cuenta de esta supuesta mentira que ambos mantenían oculta”, dicen los fiscales.
Contradicción N° 12: Foto en la embajada
Otra mentira es que había diplomáticos tailandeses que iban a alquilarles propiedades. Los fiscales exhiben dos fotos que el imputado sacó de la fachada de la embajada de ese país, para simular que tenían reuniones, y un mensajes que le envía a su padre en diciembre de 2021 donde le informa: “Estoy con los tailandeses. Salgo y voy”.
“Tantas fueron las mendacidades y excusas proferidas a sus progenitores y abusando de su confianza, que el encartado, a los fines de su simulación, incluso les envió fotografías del exterior de la embajada de Tailandia”, señalan los fiscales.
Contradicción N° 13: La compra del departamento era a tres años
Del Río declaró que el acuerdo con la dueña del departamento del edificio Chateau era que, si antes de los 36 meses en los que se pagarían cuotas de 10.000 dólares, la propietaria conseguía un lugar para mudarse, ellos tomarían posesión.
Pero los fiscales dicen: “Se puede observar que no surge del contrato ni de ninguna conversación, la posibilidad de tomar posesión antes del mes 36, y previo pago del saldo final”.
Contradicción N° 14: El ensayo de la caminata
Del Río reconoció que el 18 de agosto, seis días antes del doble crimen, caminó con la testigo Paola C. –la agente inmobiliaria con la que tenía una relación extramatrimonial- desde Núñez a Vicente López, pero por Crisólogo Larralde y avenida Cabildo, es decir, una ruta distinta al que hizo el “caminante encapuchado” filmado.
“A contrario de lo mencionado por Del Río, ya se encontraba junto con Paola en Av. Del Libertador, tal como surge de lo recabado por el Centro de Monitoreo de la Policía de la Ciudad”, puntualizaron los fiscales, quienes creen que lo del acusado, ese día, fue un ensayo previo a la caminata que emprendería para asesinar a sus padres el 24 de agosto.
Contradicción N° 15: El arma desaparecida de la baulera
Del Río dijo que su madre embaló y mandó a la baulera del departamento de “Forum Alcorta” la caja donde se halló una Glock 9 milímetros y las credenciales de otra pistola del mismo calibre pero marca Bersa que nunca fue hallada y se sospecha que pudo ser la homicida.
La caja de cartón que contenía el estuche de la Glock y donde se cree estaba también el arma desaparecida, fue encontraba abierta. Pero los fiscales hallaron en el celular del imputado una foto sacada por el acusado del 31 de julio pasado con la caja “cerrada y encintada de forma compacta”, por lo que sospechan que fue el propio Del Río quien manipuló la caja para sacar la Bersa no hallada.
“Se concluye entonces que dicha manipulación fue realizada entre el día 31 de julio de 2022 a las 14:15:22 horas, por parte de personas que pudieron haber tenido acceso a dicha baulera, a la que se accede solo con llave. En este caso, se accedió a la misma mediante la llave que fue secuestrada a Del Río al momento de su detención”, dice el dictamen.
DEL RÍO TENDRÁ SU PRIMERA ENTREVISTA PRESENCIAL PARA LAS PERICIAS PSICOLÓGICAS
El comerciante detenido como supuesto autor del doble crimen de sus padres en la localidad bonaerense de Vicente López, tendrá este miércoles su primera entrevista presencial con las psicólogas que trazarán un perfil de su personalidad para las pericias ordenadas por la fiscalía, informaron fuentes judiciales.
Según las fuentes, Del Río (47) inició los peritajes, pero en su lugar de detención, la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de San Isidro, y a través de la plataforma digital Zoom.
En tanto, mañana está previsto que el imputado sea trasladado para su primera entrevista presencial, fijada a las 9, en la sede de la Asesoría Pericial Departamental San Isidro, ubicada en la calle Moreno 623, de ese partido del norte del conurbano.
Si bien la semana pasada las licenciadas Viviana Mandich y Florencia Grinspun, peritos psicólogas oficiales, habían informado a la fiscalía que recién podían evaluar a Del Río en enero próximo por el cúmulo de trabajo pendiente, la fecha se adelantó y la pericia continuará también con una segunda entrevista presencial para el jueves.
Respecto a las pericias psiquiátricas que también deberá afrontar Del Río, ya tenían fecha confirmada para el 11 y 18 de este mes, a las 12.30, y también de manera presencial.
Los encuentros se harán en la misma Asesoría Pericial y estarán a cargo de las médicas psiquiatras Roxana Teresa Lugarini y Liliana Graciela Varela.
Varela tiene una amplia trayectoria en la asesoría, al punto que analizó la salud mental de imputados de otros casos resonantes como Fernando Farré -el femicida condenado por asesinar en 2015 a puñaladas a su mujer en el vestidor de una casa de un country de Pilar-, y Nicolás Pachelo –juzgado en la actualidad como presunto autor del crimen de María Marta García Belsunce en 2002-.
Las pericias psiquiátricas y psicológicas pedidas para Del Río por el equipo de fiscales integrado por Martín Gómez, Marcela Semería y Alejandro Musso son obligatorias cuando la causa tiene una calificación tan grave como ésta, que es por “doble homicidio cuádruplemente calificado por el vínculo, la alevosía, por criminis causa (matar para lograr la impunidad) y por el uso de arma de fuego”, delito que prevé como única pena, la prisión perpetua.
El objetivo es saber si es imputable, es decir, si comprende la criminalidad de sus actos y dirige sus acciones, pero además determinar si aparece algún rasgo de su personalidad que permita inferir que pudo ser el autor del crimen que se le imputa, en este caso, un doble parricidio.