El ministro de Economía, Luis Caputo, desembarcará este lunes en la sede del Fondo Monetario en Washington DC con buenas noticias bajo el hombro: desde la baja de la inflación al 3,5% en septiembre hasta la caída del riesgo país a 1.050 puntos y la brecha cambiaria en 20%.
El equipo económico tendrá esos indicadores para exhibir los primeros frutos de su fase dos del plan de ajuste (“emisión cero”) durante la asamblea anual del Fondo y el Banco Mundial. Allí, se darán cita entre el lunes 21 y el sábado 26 los ministros de Economía y banqueros centrales de todo el planeta y será una nueva oportunidad para descongelar las relaciones con Georgieva y su número dos, Gita Gopinath, después de las últimas tensiones.
El ministro viajará acompañado de su viceministro, José Luis Daza, el titular del Banco Central, Santiago Bausili, y el secretario de Finanzas y su mano derecha, Pablo Quirno. Los funcionarios participarán de charlas con fondos, bancos y otros países, así como de reuniones del BID, BM, G20 y G24.
Se espera que Caputo retome las conversaciones con el oganismo en donde está pendiente la revisión de metas del segundo trimestre. En ese marco, no se descarta la posible unificación de dicha auditoría con la del tercer trimestre, dos instancias que en caso de ser aprobadas permitirán el desembolso de u$s1.069 millones.
De las metas que el organismo puede exigirle, la Casa Rosada registra un superávit fiscal mayor al acordado, pero le quedarían por sumar unos u$s2.000 millones a las reservas. Ahora, en cambio, tendrá la oportunidad de llegar con más margen de negociación al 10 de noviembre cuando se hace efectivo el vencimiento del plazo para la décima revisión.