Miles de mujeres se movilizaron en distintas ciudades del país en el marco del Día Internacional de la Mujer, con epicentro en la Ciudad de Buenos Aires. Desde las 16 horas, columnas de manifestantes marcharon desde el Congreso hasta Plaza de Mayo bajo el lema: “Paro internacional transfeminista, antirracista, antifascista, antipatriarcal y anticapitalista”.
El contexto de la protesta estuvo marcado por el desmantelamiento de políticas de género y un mensaje oficial publicado por el Gobierno nacional que desató una fuerte polémica. En el video difundido por la Casa Rosada, la administración de Javier Milei negó la existencia de femicidios y calificó esos crímenes como simples “homicidios de mujeres”, lo que generó indignación en amplios sectores de la sociedad.
Un reclamo colectivo por derechos y asistencia
En Plaza de Mayo, las manifestantes expresaron su rechazo al ajuste en políticas de género. “El feminismo en el que creemos no es individualista, sino colectivo”, expresó una joven en diálogo con la prensa, mientras sostenía un cartel en el que se reivindicaba “la fuerza de la no violencia”.
Profesionales de la educación también participaron de la marcha, alertando sobre el impacto de las medidas gubernamentales. “Nos están coartando la libertad de enseñar a nuestros alumnos y alumnas sobre las problemáticas que atraviesan”, señalaron dos docentes secundarias.
Fuerte repudio al mensaje del Gobierno
El video publicado por el Gobierno fue duramente cuestionado por organizaciones feministas y referentes políticos. Myriam Bregman, exdiputada nacional, lo calificó como “machista, misógino y ofensivo”, y denunció que la estrategia oficial busca “desviar el foco del ajuste con un discurso provocador”.
El colectivo Ni Una Menos emitió un comunicado en el que rechazó la postura oficial y advirtió sobre el impacto del desmantelamiento de políticas de género:
“Cada 35 horas, una mujer es asesinada en Argentina por violencia machista. Sin políticas de prevención y asistencia, estos números solo aumentarán”.
El documento también destacó que la eliminación del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, así como el recorte en programas clave como Acompañar o la Ley Micaela, deja a miles de mujeres en situación de vulnerabilidad sin respaldo del Estado.
Consecuencias del desfinanciamiento
Desde Ni Una Menos subrayaron que el retroceso en políticas de género tendrá consecuencias graves:
•Mayor exposición a la violencia: sin asistencia económica ni refugios, muchas mujeres quedan atrapadas en situaciones de riesgo.
•Más precarización laboral: la eliminación de programas de capacitación profundiza la dependencia económica.
•Dificultades en el acceso a la justicia: sin formación en perspectiva de género, las instituciones pueden reproducir la violencia en lugar de combatirla.
“Negar la violencia de género no la hace desaparecer. Solo deja a más mujeres en peligro”, enfatizó el comunicado.
La organización cerró su mensaje con un llamado a la acción:
“Nos quieren calladas, nos tendrán en las calles. Nos quieren sumisas, nos encontrarán movilizadas”.