El ministro de Economía, Sergio Massa, viajará la semana próxima a Washington, Estados Unidos, en donde se volverá a ver nuevamente a la titular del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, a la vez que asistirá la cumbre de ministros de Finanzas y presidentes de bancos centrales del G20, en el marco de las reuniones de primavera (boreal) del FMI y del Banco Mundial.
El funcionario argentino aprovechará este foro para tener reuniones bilaterales y con directivos de los organismos, en el marco del programa que Argentina mantiene con el FMI y la necesidad de contar con mas comercio exterior y reservas.
Massa, que viajará acompañado de una comitiva de funcionarios de su equipo, cuya nómina se definirá este fin de semana, tiene pautado en principio llegar la capital de Estados Unidos para asistir el 13 de abril a un desayuno en las instalaciones del cuartel general del FMI, en donde se verá con sus pares de la región y asistirá a la cumbre del ministros de Finanzas del G20.
Asimismo, tiene previsto reunirse en una bilateral con el secretario general de la OCDE, Mathias Cormann, a la vez que participaría de un almuerzo en donde el tema central sería el aumento en la eficacia para la recaudación de impuestos.
Massa mantendrá también reunión bilateral con el FMI, con la segunda del Fondo, Gita Gopinath, tras la aprobación de la semana pasada de la cuarta revisión del programa de la Argentina con el organismo, que permitió el desembolso de u$s5.400 millones, y de cara al inicio de la próxima revisión de los números de primer trimestre del 2023.
En tanto, con Georgieva se verá cara a cara, en el marco de una reunión de ministros de la región y del resto del hemisferio (Canadá y Estados Unidos).
También, Massa mantendrá un encuentro de Gobernadores con el FMI en donde participará de una sesión de Evaluación alerta temprana (EWE) que, junto con el Consejo de Estabilidad Financiera (FSB), se evalúan semestralmente “los riesgos de cola” para la economía mundial.
Este foro fue creado en 2008 cuando el G20 pidió tanto al FMI como al Banco Mundial que trabajaran en conjunto para obtener alerta temprana que ayude a los formuladores de políticas a detectar riesgos y vulnerabilidades finales que podrían conducir a más shocks sistémicos.
En esta ocasión, los ministros de finanzas seguirán de cerca el impacto de la prolongación de la guerra en Ucrania, el impacto la fragmentación del comercio que se inició con la pandemia y se profundizó con dicha guerra, las consecuencias económicas del cambio climático, y habrá una sesión especial dedicada al tema de las criptomonedas, cuya discusión mundial pasa por la regulación.
La agenda de Massa con el Fondo continuará con un encuentro de pares de la región con el nuevo director del hemisferio Occidental del FMI, el chileno Rodrigo Valdez, quien asumirá formalmente su cargo a partir de mayo próximo.
Entre otras bilaterales, está previsto un encuentro con la vicepresidenta del Banco Mundial, Anna Berdje, y el ministro de Economía de Colombia, José Ocampo, en una agenda oficial que se prolongaría por tres días.
A fines de marzo, Massa viajó a Washington y se sumó a la comitiva oficial que acompañó al presidente Alberto Fernández en su visita a la Casa Blanca, para abrochar los detalles de la cuarta revisión y para continuar aceitando contactos con Estados Unidos y con organismos internacionales, en busca de mayores oportunidades para incrementar las reservas.
En Economía, según trascendió en el marco de dicho viaje, calculan que aún faltarán reunir alrededor de u$s3.000 millones para terminar de transitar sin sobresaltos un año electoral.
Al concluir la revisión la semana pasada, el directorio del FMI consideró que la Argentina “cumplió con todos los criterios cuantitativos de desempeño hasta fines de diciembre de 2022 con cierto margen”.
Además, “el directorio también aprobó dispensas de incumplimiento asociadas con la introducción de medidas de políticas que dieron lugar a nuevas restricciones cambiarias y prácticas de moneda múltiples”, que tuvieron el fin de contrarrestar la sequía más severa que sufrió el país en años.
El directorio del Fondo también “aprobó modificaciones a la meta de acumulación de reservas para acomodar parcialmente el impacto de la sequía severa”. En este sentido, se habilitó a modificar la meta anual, con una reducción de u$s1800 millones de lo inicialmente pautado, con lo que las meta anual de acumulación de reservas quedó u$s8.000 millones.
También se acordó la reducción la meta de reservas del primer trimestre, en u$s3.600 millones, lo que daría para el primer semestre un acumulación esperada de u$s5.000 millones, debido que la impacto de la sequía pegó de lleno en los primeros tres meses del año.
Por último, se mantuvieron el resto de las metas cuantitativas del déficit fiscal (1,9% del PBI para 2023) y de la restricción de financiamiento del Banco Central al Tesoro.