El Banco Central dispuso un endurecimiento del régimen de encajes que regirá desde el lunes 18 de agosto, afectando la liquidez del sistema financiero. La medida, formalizada en la Comunicación “A” 8302, también refuerza el control sobre la posición global neta en moneda extranjera de las entidades.
Entre el 19 de agosto y el 28 de noviembre, los encajes para depósitos a la vista, plazos fijos con cancelación diaria, fondos money market, pases pasivos y cauciones bursátiles subirán del 45% al 50% para los principales bancos. Parte de esta nueva exigencia podrá integrarse con bonos en pesos del Tesoro adquiridos en licitaciones especiales. Además, el cálculo de encajes dejará de ser mensual para exigirse el 100% de cumplimiento cada día hábil.
Las sanciones por incumplimiento serán más duras: la multa se triplicará respecto a la tasa de política monetaria (TAMAR), y en algunos casos se sumará un encaje extra de 5 puntos. También, los excesos en la tenencia de dólares se penalizarán con un cargo en pesos equivalente a tres veces la TAMAR.
El anuncio generó fuerte malestar en una reunión virtual del BCRA con más de 200 representantes bancarios, quienes advirtieron que la nueva exigencia inmoviliza fondos y encarece la operatoria en un contexto de baja liquidez.
En paralelo, el Gobierno convocó a una licitación extraordinaria de deuda el 18 de agosto para absorber unos $6 billones que no se renovaron en la última colocación, buscando evitar que esos pesos presionen sobre el tipo de cambio.
Ayer, el dólar oficial bajó por décima jornada seguida y cerró a $1.300 en el Banco Nación, mientras el minorista promedió $1.311,41. Con los recargos impositivos, el dólar tarjeta se ubicó en $1.703. El volumen operado en el mercado de contado fue de u$s 529,5 millones.