El presidente de la Cámara Argentina de Comercio aseguró que los próximos seis meses van a ser “terribles” y alertó que algunos precios van a tener que bajar.
El presidente de la Cámara Argentina de Comercio, Mario Grinman, analizó la situación actual y aseguró que en los próximos meses habrá empresas que deberán cerrar aunque aclaró que “son las menos” y advirtió que en el contexto del ritmo inflacionario que hay en la Argentina hay precios que deberían bajar.
“En noviembre y diciembre hubo aumentos muy altos y algunos no deberían haber sido así pero se justificaron en la incertidumbre, en la falta de precios de referencia. En la medida en que se vayan sincerando se van a acomodar. Es irreal que un litro de gaseosa salga más que un litro de nafta”, reconoció el dirigente empresarial en una entrevista con Noticias Argentinas.
“Preveo seis meses terribles” dijo y explicó que es producto “de lo que veníamos teniendo, por la emisión descontrolada que había y eso iba a impactar en la inflación”.
“El problema es que la economía argentina viene ajustando con el masometrómetro. Ese es el problema, la falta de valores de referencia, la falta de confianza y hasta que eso no se recree va a pasar bastante tiempo”, aseguró.
Grinman reconoció que desde julio del año pasado el consumo comenzó a caer y se profundizó. “Nunca se detuvo y va a seguir”, pronosticó por eso aseguró que “no tengo duda que algunos van a caer lamentablemente pero van a ser los menos”.
“También el empresario argentino indistintamente del tamaño de la empresa, tiene una gran capacidad de resiliencia. Esto que está pasando ahora no es nuevo. Ha pasado muchas veces”.
Grinman explicó que mientras que “en Chile hay 50 empresas cada 1000 habitantes, Brasil tiene 26 empresas cada 1000 habitantes y Argentina solamente 13 cada 1000 habitantes”. Por eso consideró que si se mejorara esta proporción el empleo privado debería duplicarse.
Asignó el estado actual a la informalidad “que cómo mínimo se ubica en torno al 40%” y a la falta de confianza.
“Hay un montón de inversiones que podrían venir a la Argentina y que no lo hacen por falta de confianza, porque hay un marco laboral obsoleto, porque el sindicalismo no se preocupa por aggiornarse y se preocupa por hacer política partidaria, porque donde la seguridad jurídica es complicada”, enumeró.
“Nosotros no tenemos un problema económico, con gas, petróleo, minerales, ganadería y todo lo que se imagine. Lo nuestro es más grave, es un problema cultural que lleva siete u ocho décadas donde a gran parte de la población se le enseñó que puede vivir sin estudiar y sin trabajar”.
Por otro lado resaltó que la Ley Ómnibus “es lo que necesita la Argentina de manera imprescindible. Los modelos de Argentina de tinte populista han fracasado”.
Respecto del tramo que tiene que ver con las reformas laborales aseguró que el fondo de cese por sí solo “no es suficiente pero sí de alguna manera puede generar una cierta tranquilidad”.
“Primero hay que discutirlo en paritarias. No me imagino un fondo generalizado para todas las actividades porque cada sector tiene modalidades diferentes. Y el aporte debe ser del empleador que se tiene que definir para que den los números y cuando el trabajador sea despedido tiene que cobrar todo lo que dice la ley y hay que asegurarse que después no puede ir a reclamar en la Justicia. Y eso va a generar algo de confianza para generar empleo”, precisó.
Según el dirigente empresarial “hoy los sindicatos están cuidando a quien tiene empleo y no a aquellos que no tienen nada, que están en la informalidad y fuera del sistema”.