Distintas referencias del mundo científico, intelectual, periodístico y académico, firmaron una misiva a favor del aislamiento, social, preventivo y obligatorio, en respuesta a quienes cuestionaron las medidas oficiales.
Bajo el título de “Un esfuerzo adicional para salvar vidas”, la carta oficia como respuesta al texto de unos 300 intelectuales bajo el nombre de “infectadura”, advirtieron que con la extensión de la cuarentena se está poniendo en peligro la democracia.
“La declaración temprana del Aislamiento Social Preventivo Obligatorio (ASPO) en Argentina logró resultados positivos: no solo permitió multiplicar la capacidad de atención del sistema de salud y avanzar en la provisión de los tests necesarios para el diagnóstico de COVID-19, sino que además, redujo los casos diarios a prácticamente cero en 21 de las 24 divisiones territoriales del país, logrando que un altísimo porcentaje de nuestro territorio nacional hoy esté iniciando una reactivación administrada de actividades”, afirma la misiva.
“Prolongar una cuarentena solo parcialmente efectiva en el AMBA conduce a que una parte de la sociedad dude de su utilidad y reclame su fin. Sin embargo, la cuarentena es una medida excepcional que, no habiendo vacunas ni tratamientos farmacológicos efectivos para covid19, se vuelve una herramienta clave cuando la situación así lo requiere”, señala el último texto.
“Consideramos que no es el momento de relajar el aislamiento en el AMBA y el Gran Resistencia, donde los casos, lejos de estar controlados, están en crecimiento. No hablamos de números, sino de miles de vidas que se perderían, pero que estamos a tiempo de salvar”, argumentaron.
Entre las personalidades que firmaron texto, se destacan, los asesores presidenciales Ricardo Forster y Alejandro Grimson, el biólogo e investigador Alberto Kornblihtt, el matemático Adrián Paenza, el historiador Felipe Pigna, el ex decano de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA Federico Schuster, el infectólogo Omar Sued, y la filósofa Diana Maffia, entre otras tantas.
La carta completa
La declaración temprana del Aislamiento Social Preventivo Obligatorio (ASPO) en Argentina logró resultados positivos: no solo permitió multiplicar la capacidad de atención del sistema de salud y avanzar en la provisión de los tests necesarios para el diagnóstico de COVID-19, sino que además, redujo los casos diarios a prácticamente cero en 21 de las 24 divisiones territoriales del país, logrando que un altísimo porcentaje de nuestro territorio nacional hoy esté iniciando una reactivación administrada de actividades.
Prolongar una cuarentena solo parcialmente efectiva en el AMBA conduce a que una parte de la sociedad dude de su utilidad y reclame su fin. Sin embargo, la cuarentena es una medida excepcional que, no habiendo vacunas ni tratamientos farmacológicos efectivos para covid19, se vuelve una herramienta clave cuando la situación así lo requiere. Consideramos que no es el momento de relajar el aislamiento en el AMBA y el Gran Resistencia, donde los casos, lejos de estar controlados, están en crecimiento. No hablamos de números, sino de miles de vidas que se perderían, pero que estamos a tiempo de salvar.
Pensamos que hoy, más que nunca, es necesario maximizar la efectividad de la cuarentena. Es preciso fortalecer de manera urgente los sistemas de monitoreo, la vigilancia activa de casos y multiplicar los esfuerzos de rastreo de contactos estrechos en los focos ya identificados en AMBA y el Gran Resistencia. Si esta etapa resulta efectiva, los casos activos circulantes serán inferiores a los actuales, el seguimiento será mucho simple y el riesgo de colapso del sistema de salud, casi nulo. En esas condiciones, será razonable comenzar a flexibilizar.
Convivir con COVID-19 en Argentina será un proceso largo que requerirá de esfuerzos permanentes por parte de todas y todos, y de la aplicación de estrategias inteligentes y cambiantes. Esto es contrario a “sentarse a esperar que pase el pico”, como si fuese un fenómeno estacional ante el cual nada puede hacerse, un discurso que puede tener consecuencias graves e irreparables.
Si actuamos en conjunto con una fuerte responsabilidad política, civil y periodística podemos lograrlo en todo el país, es cuestión de no bajar los brazos y actuar con decisión y urgencia. Evitar contagios y muertes sigue estando en nuestras manos.
Imagen: Ámbito.com