Un día después del aniversario del golpe de Estado de 1976, el gobierno de Javier Milei ordenó la demolición de un monumento en homenaje a Osvaldo Bayer, historiador y periodista reconocido por su obra La Patagonia Rebelde. La estructura estaba ubicada en el acceso a Río Gallegos, Santa Cruz.
La demolición fue llevada a cabo por personal y maquinaria de Vialidad Nacional, marcando el fin de un monumento inaugurado hace apenas dos años, durante la gestión de Alicia Kirchner como gobernadora de la provincia.
Un homenaje que ya es historia
El monumento había sido inaugurado con la presencia de Esteban Bayer, hijo del fallecido periodista, y de familiares de los huelguistas fusilados en 1921. La Patagonia Rebelde, obra clave de Bayer, relata justamente la represión y ejecución de más de 1.500 obreros por parte del Ejército Argentino en la Patagonia.
Durante el acto inaugural, Esteban Bayer había destacado el valor simbólico del monumento:
“Es un gran abrazo a Osvaldo, como también a los 1.500 obreros fusilados, a los 30.000 desaparecidos y a los exiliados”.
El monumento estaba emplazado en el Paseo de la Memoria, dentro de los jardines del Complejo Cultural de Río Gallegos.
Repercusiones
La demolición del homenaje a Bayer, un referente en la lucha por los derechos humanos y la memoria histórica, generó rechazo en sectores de la oposición y organizaciones de derechos humanos, que consideran la medida un ataque simbólico en un contexto de tensiones por la memoria del pasado reciente en Argentina.