La provincia de La Pampa, a través del Ministerio de Salud, comenzó hoy a aplicar la primera dosis del laboratorio Moderna contra la COVID-19 a adolescentes de 12 a 17 años, con condiciones de riesgo. La misma fue aprobada por la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) para su uso pediátrico en jóvenes con comorbiliidades.
El Plan Estratégico de Vacunación contra la COVID-19 en Argentina establece que la vacunación es voluntaria, escalonada e independiente de haber padecido la enfermedad.
Priorización por condición de riesgo
Dada la posibilidad actual de contar con la disponibilidad de la vacuna de Moderna en Argentina, la cual fue aprobada para su uso en la población de personas de 12 a 17 años con comorbilidades, el Ministerio de Salud de la Nación, en acuerdo con la recomendación de la Comisión Nacional de Inmunizaciones (CoNaIn), el consenso de las 24 jurisdicciones en el Consejo Federal de Salud y en coordinación con la Sociedad Argentina de Pediatría, avanza con la estrategia de vacunación sobre esta franja etaria.
La población objetivo se establece como el grupo de adolescentes hasta 17 años inclusive que presentan condiciones de riesgo que podrian favorecer la presentacion de una forma grave de la COVID 19. Según la disponibilidad de dosis, posteriormente se evaluará avanzar con adolescentes sin factores de riesgo u otros grupos no contemplados por el momento.
Moderna
La vacuna contra la COVID-19 de Moderna es con una plataforma diferente con las que se cuenta en la actualidad en el pais. Contiene una molécula de ARN mensajero (ARNm). Al administrarla, se provoca una respuesta inmune, mediada por anticuerpos o por células T, contribuyendo a la protección contra la COVID-19.
El esquema de esta vacuna requiere de dos dosis, separadas por un intervalo de 28 días.
La coadministración de Moderna con otras del Calendario Nacional no ha sido evaluada. Por este motivo, hasta tanto se tenga más información al respecto y considerando las sugerencias internacionales, se recomienda respetar un intervalo de 14 días con la aplicación de otras vacunas.
Las vacunas previenen formas graves de la enfermedad, pero no evitan el contagio.
Las mismas son sólidas para prevenir enfermedad grave y la muerte (el objetivo original de las aplicaciones). Las personas con esquema completo de vacunas que se contagian, muy rara vez, terminan internadas. De todas maneras, debe considerarse que incluso las personas completamente inmunizadas pueden contraer la enfermedad. Por este motivo se deben continuar utilizando las medidas de prevención (uso adecuado de cubreboca nariz, distanciamiento físico, lavado frecuente de manos, ventilación cruzada de ambientes) para frenar la cadena de contagios. Mas aún frente a la situación epidemiológica actual y la posible circulación de nuevas variantes del virus.