A dos años de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarara como pandemia la emergencia sanitaria causada por el entonces nuevo coronavirus, si bien se consiguió disminuir la hospitalización y letalidad gracias al desarrollo de vacunas, el mundo sigue enfrentando brotes, por lo que algunos especialistas proponen incorporar medidas básicas de prevención para mitigarlos.
“El 30 de enero de 2020 declaramos #COVID19 una emergencia de salud pública del nivel más alto. Seis semanas después (11 de marzo), lo describimos como una pandemia. Más de 6 millones de personas han muerto desde entonces. Los casos y las muertes están disminuyendo, los países están levantando medidas, pero está lejos de terminar”, expresó el miércoles Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la OMS.
Desde hace varios meses se ha instalado la idea de que Covid-19 pasará de ser una pandemia a una endemia. ¿Pero qué implica esto?
“Cuando hablamos de una enfermedad endémica no siempre estamos diciendo lo mismo dependiendo de si estamos hablando de los efectores de salud pública, los que toman decisiones o desde el punto de vista estrictamente epidemiológico y si bien no son definiciones completamente diferentes tienen algunos matices”, indicó a Télam Pilar Fernández, investigadora de la Escuela de Salud Global Paul Allen de la Universidad del Estado de Washington.
La especialista explicó que desde una concepción tradicional para la salud pública una enfermedad es endémica cuando no depende de la introducción de nuevos casos externos.
“Es decir, se mantiene circulando con una transmisión baja o, por ejemplo, sigue presente en algún reservorio (en el caso de las zoonóticas) y de repente se produce un brote. Desde esta concepción a Covid-19 la podríamos pensar ya como endémica porque sigue circulando en la población“, señaló.
La otra acepción se vincula con quienes trabajan en epidemiología, que definen como endémica a una enfermedad cuando alcanza “cierto sistema de equilibrio”.
“Cuando surge un virus como el SARS-CoV-2 toda la población es susceptible; a medida que las personas se contagian, el virus cada vez encuentra menos personas a las que puede infectar, asumiendo que los recuperados alcanzan cierto nivel de inmunidad; cuando se vacunan también se remueven susceptibles del sistema”, describió.
Pero para Fernández, el problema con la Covid es que la inmunidad que se adquiere tanto por vacuna como por infección no es del cien por ciento.