El director ejecutivo de Grupo Insud, Hugo Sigman, sostuvo hoy que “la cooperación científica” y el trabajo conjunto entre los sectores público y privado permitirán al país “producir con valor agregado y generar exportaciones” para “no depender más del dólar”.
“La cooperación del sector científico y la estructuración público privada es virtuosa, y hará que nuestro país sea capaz de producir con valor agregado y generar exportaciones. Y que no dependamos más del dólar”, indicó Sigman al disertar esta mañana en el seminario Argentina Visión 2020/2040.
El empresario es el fundador del laboratorio mAbxience, que fabricará en Argentina la vacuna desarrollada por la farmacéutica mexicana Astra Zeneca y la británica Universidad de Oxford, para combatir el coronavirus.
“Nos fastidió que en momentos de la gripe A, la única vacuna que había en el mundo era para los países desarrollados. Entonces decidimos armar una planta para la fabricación de vacunas en Argentina, por si venía otra epidemia, nosotros como país tuviéramos los recursos para no dejar a nuestra gente sin vacunas”, remarcó Sigman, quien destacó: “Ahora estamos trabajando para que Argentina no se quede sin vacunas para prevenir la Covid-19”.
El empresario también subrayó que “en Argentina no existen grupos que trabajen en investigación básica”, y explicó que por eso Insud decidió involucrarse en esa línea “y crear productos que están patentados en todo el mundo”.
“Acabamos de poner en estudios clínicos el tratamiento con el suero equino para la Covid”, indicó Sigman, quien sostuvo que “la compañía no tiene que estar inspirada nunca en el beneficio sino en la excelencia”.
A su criterio “es como en el arte, el producto tiene que ser el mejor”, y afirmó que “la excelencia tiene que estar presente en todo el colectivo de personas de la compañía”. En el mismo seminario también expuso el director ejecutivo de Ledesma, Javier Goñi, sobre la innovación aplicada al sector agropecuario, en su caso a la producción de caña de azúcar.
Afirmó que “hay una tremenda oportunidad” para el agro en el país, porque destacó que “el campo argentino se ha ido tecnificando”. Sostuvo que “hay mucho para hacer” en el sector agropecuario, y remarcó que “la tecnología ha ido avanzando, y está también la biotecnología con una evolución en la parte de semillas” que le aportan un valor agregado a la producción primaria.
“Somos muy optimistas en lo que se puede hacer en transformación digital, pero también cultural, que requiere gente más capacitada”, señaló Goñi. Indicó que “la transformación cultural y digital y la innovación son los tres pilares para ejecutar la estrategia” de la compañía, y subrayó que “no es una opción sino una cuestión de supervivencia trabajar con ellos”.
Explicó que “para la transformación tecnológica, hay otros cinco pilares que son: gestión de información, sistema de riego, productividad de los equipos mecánicos, gestión por imágenes y plantación”. Por su lado, el director de la empresa de comercio electrónico Let Go, Alec Oxenford, hizo un análisis de lo efectos de la pandemia, la desigualdad social en el mundo, y en ese marco, el avance de la tecnología.
Advirtió que “hay un problema de desigualdad en el mundo que ya no es sostenible”, y aseguró que “estamos llegando al pico de desigualdad que generó el quiebre de la Bolsa de Nueva York en 1930”.
Oxenford destacó “el éxito muy claro de las políticas aplicadas en Argentina” para mitigar los efectos de la pandemia, y subrayó que el país “es de los menos afectados” a nivel mundial. También puntualizó que “la Covid aceleró la tecnología”, porque explicó que “el cambio en la tecnología es exponencial, pero la adaptación de la gente a estos cambios es lineal”.
Sin embargo, indicó que “la Covid parece estar acercando estas dos líneas”, y remarcó que “el comercio electrónico creció en pocas semanas lo mismo que en los últimos dos años en el país”.
Por su parte, el director ejecutivo de Don Mario, Ignacio Bartolomé, centró su exposición sobre la aplicación de tecnología y de innovación en el agro, y destacó que “la agricultura es una industria muy compleja pero las herramientas tecnológicas hacen que lo sea mucho menos”.
De todos modos, señaló que “hay tanta información que el agricultor se siente apabullado y a veces es difícil saber dónde está el valor de esos contenidos”. A su criterio, “en el mundo que se viene hay que ser abierto, y poder colaborar para tener un sistema productivo que evolucione”.
Fuente: Télam