Cumplió el sueño de su vida y se compró una Ferrari, pero ese sueño se convirtió muy rápido en una pesadilla: la estrelló apenas treinta cuadras después de haberla retirado del concesionario. Este lamentable episodio le sucedió a un hombre en Derby, Inglaterra.
Fue el pasado viernes 1 de abril, cuando el flamante titular de una 488 salió de la agencia en la que la compró y aceleró por primera vez su espectacular motor naftero V8 de 3.9 litros de cilindrada y 669 caballos de potencia.
Según los testigos, perdió el control del auto y chocó contra las protecciones metálicas, por eso terminó dado vuelta tomando como referencia el sentido de la marcha.
Manejar una Ferrari no es para cualquiera, ya que pisar el acelerador un poquito por encima de sus capacidades hará que el conductor pierda fácilmente el control. Sus capacidades son brutales: puede acelerar de 0 a 100 km/h en menos de tres segundos (de 0 a 200 km/h en 8,3 segundos) y alcanzar una velocidad máxima de 330 kilómetros por hora.