El gobierno nacional y los gobernadores volverán a encontrarse seguramente a partir de marzo para discutir qué hacer con el reparto de un gravamen clave.
En su inventiva interminable para poner cepos cambiarios e inventar impuestos, la Argentina creó un gravamen que es motivo de fuertes disputas entre la Nación y las Provincias.
Se trata del Impuestos PAÍS, que recaudó unos $450.000 millones en enero y se proyecto a superar los $6 billones en el año.
La recaudación de este impuesto que grava la compra de divisas alcanzó un nivel histórico.
De esa plata, un 30% va a un fondo fiduciario para obras en las provincias. Pero se espera que a partir de marzo, regrese la discusión sobre cómo se reparte, en el marco de la intención de gobierno de Javier Milei de discutir un nuevo Pacto Fiscal.
El Impuesto Para una Argentina Inclusiva y Solidaria nació en el marco de la emergencia económica que pidió Alberto Fernández al Congreso con la finalidad de encarecer el precio del dólar oficial y así desalentar la compra para atesoramiento.
Como ocurrió con el impuesto al Cheque creado en el 2000 por Domingo Cavallo, el impuesto PAÍS es una herramienta tan eficaz de recaudación, que ningún político lo quiere sacar.
Mientras tanto, constituye un factor más de distorsiones impositivas en la Argentina.
En enero la recaudación del impuesto PAÍS subió 1.252% respecto de enero del 2023, como consecuencia del aumento de la alícuota, pero sobre por la fuerte devaluación de diciembre, que llevó el dólar oficial a 800 pesos.
Qué es el impuesto PAÍS
Se trata de una alícuota que se cobra a todas las operaciones de venta de dólares oficiales que se hacen en el mercado local. Al principio era solo para la compra de billetes para atesoramiento y para el pago de servicios al exterior, y ahora es casi todo.
Cuando una empresa solicita al BCRA que le venda dólares para importar, también está abonando el tributo.
La AFIP informó que el Impuesto PAÍS recaudó en enero $469.199 millones, con una variación anual de 1.252,6%. El mayor ingreso se encuentra incidido favorablemente por “la ampliación de la base imponible del mismo con el ingreso del pago aplicado a determinadas importaciones”.
“A su vez, las mismas se vieron incrementadas respecto a los meses anteriores, debido al incremento del tipo de cambio, y el aumento de las alícuotas tanto del pago a cuenta como de las importaciones de bienes y fletes respecto de las vigentes en el mes anterior”, indica el organismo.
Según el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), tras el fuerte aumento de la carga tributaria del impuesto PAÍS de fines de julio, cuando comenzó a gravar la compra de algunos bienes y servicios importados con una alícuota del 7,5%, “la recaudación del tributo se disparó”.
“En agosto de 2023 aumentó un 187% en términos reales respecto al mes previo. A días de la asunción del nuevo gobierno, la alícuota sobre bienes y servicios importados se elevó hasta el 17,5%. Como resultado, la recaudación del tributo en enero trepó 25,4% en términos reales respecto al mes de diciembre y se ubica en un máximo real”, indicó.
La pelea entre Nación y Provincias comenzó con el reclamo de compensación por los cambios en el Impuesto a las Ganancias que los propios gobernadores avalaron en 2023, para que el 99% de los trabajadores que pagaban dejaran de hacerlo. Eran tiempo en que se creía que Sergio Massa tendría serias chances de ser presidente.
Los gobernadores habían acordado con Massa coparticipar el Impuesto al Cheque, algo que fue rechazado por Milei. Luego de ello se pensó en el Impuesto PAÍS.
En el paquete de la ley ómnibus, Milei solicita modificar la asignación específica para quedarse con el 100% de los fondos. Eso abre un nuevo foco de conflicto con los gobernadores que no quieren perder el 30% de los recursos para obras.
Otra opción es hacerlo coparticipable, por lo que su producido sería de transferencia automática y se repartiría un 56% para las provincias. En ese caso, los que perderían serían los jubilados, que reciben el 70% del impuesto.
Para los tributaristas y las pymes, tanto el impuesto al cheque como el PAÍS son dos gravámenes que constituyen una presión fiscal extra y que provocan distorsiones en la economía.