La empresa Yacimientos Petroliferos Fiscales (YPF) anunció un aumento de precios en sus combustibles que alcanza un promedio del 7,5 por ciento. La suba, que comenzó a regir desde la medianoche desde este 21 de agosto, se enmarca en el proceso inflacionario que afecta a cada resorte de la economía argentina, y que obliga a la petrolera estatal, incluso buscando que el impacto sea el mínimo, a tener que adecuar sus valores en forma repetida.
El anuncio de las subas se informó a través de un breve comunicado, que se dio a conocer en las últimas horas del pasado sábado, en el que no se hicieron aclaraciones de los precios finales que iban a tener las variedades de naftas y gasoil en sus versiones super y premium, aunque si se hizo la aclaración de que el promedio de esos aumentos sería, como ya citamos, del 7,5 por ciento. La suba es levemente mayor en las naftas (supera apenas el 8%) en tanto que ronde el 6% en el gasoil, para llegar al promedio citado.
“YPF continuará realizando sus mayores esfuerzos productivos y logísticos para sostener el abastecimiento en el mercado nacional en un contexto de sostenidos récords históricos de demanda”, señaló la nota de la petrolera argentina, puntualizando que “luego de este ajuste continuaremos monitoreando la evolución de las variables que inciden en la formación de precios, teniendo siempre en consideración las particularidades del contexto macroeconómico del país y la realidad internacional”.
La última suba de los productos de la petrolera estatal había sido el 9 de mayo, y como el aumento desde entonces del bioetanol fue del 19 por ciento, del aumento actual dos puntos corresponden a ese ítem. El biodiesel había aumentado por última vez a mediados de junio, en su caso un 6,7%.
Cabe mencionar que la empresa tuvo en cuenta la inflación, que el Indec estimó en un 71% en julio, y también el aumento del tipo de cambio en 33,5% en agosto. Además, a esos datos se suman otros más específicos en relación a agosto. El biodiesel sufrió un aumento de 114,1%, el bioetanol de caña un 44,8%, y el bioetanol de maíz un 86,4%. En comparación, los combustibles subieron un 41,7% interanual.