Crecen las iniciativas en las adyacencias del barrio más caro de la Ciudad de Buenos Aires. Proyectos, valores y demás secretos de su éxito
Muy cerca del exclusivo sector delimitado por Cecilia Grierson, el río y la Costanera Sur, y las avenidas Elvira Rawson de Dellepiane, Ingeniero Huergo y Eduardo Madero, es posible hallar valores ostensiblemente más accesibles de propiedades que, junto a propuestas de calidad, apuntan a un segmento de público joven.
En suma, las zonas lindantes a Puerto Madero, el barrio más caro de la ciudad cuyo m2 cotiza hoy a más de u$s4.000, conjuga locación, producto y valores. Así lo explica Domingo Speranza, CEO de Newmark Argentina, detallando que ese puñado de factores es el que sostiene la buena recepción de las distintas iniciativas.
“Se trata de un área impensada para proyectos residenciales apenas unos años atrás”, comparte el bróker, destacando que las propuestas que se están desarrollando en las adyacencias del barrio –el emprendimiento de Consultatio, en Huergo al 400, cita como ejemplo- ofrecen escala, “que no había en esa área” y sofisticación.
“No es lujo”, remarca, enfatizando así que se trata de propuestas jóvenes enfocadas a un público ídem, tal vez algo renuente al clásico estilo de Puerto Madero.
Propiedades con vista al río a buen precio
Carlos Spina, director de Argencons, da las características de Quartier del Bajo, una de las propuestas que se ubica en las inmediaciones del barrio de los Docks. Exactamente, se construye sobre el nuevo Paseo del Bajo, en la manzana comprendida entre Huergo, Venezuela, México y Azopardo. El conjunto proyectado se compone de dos torres gemelas de 36 pisos exclusivamente residenciales.
“La zona que está frente a los diques 1 y 2 está en proceso de reconversión”, explica Spina, remarcando que a través del Paseo del Bajo consiguió vincularse de un modo diferente a esa área en particular con la ciudad. “Así, algunos de los puntos que normalmente se resaltaban como negativos en Puerto Madero como la conexión a través de los puentes y la falta de transporte público, quedaron resueltos”.
“Cuando compramos el terreno, sabíamos que la vereda de enfrente siempre iba a ser la UCA y que siempre iban a estar los diques, pero había un muro de camiones que impedía que uno lo visibilizara; con la construcción de Paseo del Bajo y el ordenamiento del tránsito se ganaron las vistas hacia los diques y Puerto Madero desde el lado de Buenos Aires”, describe Spina en relación a la locación del proyecto.
Si los resultados se miden en ventas, la propuesta parece estar funcionado: en octubre de 2020 cuando se presentó la torre 1, se suscribieron 400 unidades en tres meses. “Entre las dos torres son 800 unidades y actualmente quedan menos de 60 en suscripción”, precisa Spina, quien, consultado por los valores, responde: “El comentario recurrente es que se adquieren unidades en una torre moderna con todas las ventajas de éstas parte de la ciudad y las mejores vistas prácticamente a mitad de precio de las que se maneja en Puerto Madero”.
Propiedades con todo a mano
Desde CMNV Comunidad de Inversión, Leonardo Rodríguez Nader, su CEO y Co fundador, también hace alusión a la mejora en infraestructura que posicionó a los alrededores del barrio.
Y destaca otros aspectos positivos del área: “Con el proyecto astillero Catalina Sur identificamos una zona que no estaba totalmente aprovechada para lo que es la multiplicidad de usos”, define, mencionando la iniciativa de la empresa sita en Azopardo al 1300.
“Por eso, desarrollamos un proyecto que ofrece espacios tanto para vivir como para también generar unidades de renta temporaria en una zona de la ciudad donde todo (universidades, oficinas de gobierno, centros turísticos y culturales, puntos de interés, etc.) queda a mano”, señala.
Así, de acuerdo con el desarrollador, este sector de la ciudad ameritaba propuestas de igual o más valor a las que pueden hallarse en otros barrios exclusivos de Buenos Aires.
Las propiedades están un 20% o 30% por debajo de lo que es el promedio de Puerto Madero.
“Contigua a Puerto Madero y a importantes centros de interés turísticos, culturales y recreativos, la zona nos permitió crear un proyecto que respeta una fachada histórica del SXIX y se combina con un edificio moderno con terminaciones que podrían ser consideradas de lujo. Así, la calidad constructiva conjuga con la intención inicial”, puntualiza.
Y también destaca el factor económico. Según Rodríguez Nader, los valores, aunque en algunos casos pueden legar a ser similares, en promedio están un 20% o 30% por debajo de lo que es el promedio de Puerto Madero.