Son miles las personas que la crisis del 2001 las golpeó de lleno, pero que luego lograron recuperarse con emprendimientos propios.
Los argentinos atravesaron una gran cantidad de adversidades en su historia, sobre todo si se hace foco en la economía y en el bolsillo. En diciembre de 2001, durante la presidencia de Fernando De La Rúa y tras una serie de medidas que empeoraron la situación socioeconómica, se desencadenó la “Crisis del 2001“.
Miles de personas perdieron sus trabajos y su situación económica empeoró de golpe y en gran medida, por lo que las familias y negocios tuvieron que replantearse gastos e incluso si continuar con los emprendimientos propios. En el medio de esta situación, sin empleo y sin el 80% de sus ahorros debido al corralito, Sabrina Castelli decidió darle un giro completo a su vida.
Jorge Pérez/Archivo Ámbito Financiero
Contexto político y económico de la Crisis de 2001
La crisis de 2001 en Argentina fue el resultado de una acumulación de problemas económicos que se remontan a décadas anteriores. Desde la restauración de la democracia en 1983, el país enfrentó desafíos como la deuda externa, la hiperinflación y la crisis financiera de 1998. Fernando de la Rúa, como candidato de La Alianza, había asumido la presidencia en diciembre de 1999 en medio de un período de recesión, en parte impulsado por la Ley de Convertibilidad, vigente desde 1991, que establecía una paridad fija del peso argentino con el dólar estadounidense.
Si bien dicha política económica había permitido reducir notablemente la inflación y obtener resultados económicos valorados positivamente por gran parte de la población durante los primeros años del gobierno de Carlos Menem, a partir de 1997 comenzaron a ser cada vez más visibles sus aspectos negativos. En 2001, la situación se agravó con la implementación del “corralito“, una medida que restringió el retiro de dinero en efectivo de las cuentas bancarias, provocando un gran descontento popular.
Qué pasó en 2001 en Argentina
Finalmente, el gobierno abandonó la convertibilidad y devaluó el peso, lo que causó una fuerte inflación y pérdidas para muchos ahorristas. En diciembre de 2001, Argentina declaró el default de su deuda, lo que empeoró su reputación en los mercados financieros internacionales. La crisis alcanzó su punto máximo el 20 de diciembre a las 19:37, cuando De la Rúa renunció y dejó la Casa Rosada en helicóptero. Durante los siguientes doce días se produjo una alta inestabilidad institucional que llevó también a la renuncia del presidente sucesor Adolfo Rodríguez Saa y tres mandatarios mas.
Las manifestaciones en la calle continuaron durante varios meses y se organizaron mediante asambleas populares en las cuales los manifestantes debatían y tomaban decisiones con la pretensión de que se realizara una refundación política que permitiera una mayor participación de la ciudadanía y control de los representantes.
La historia de Sabrina Castelli y su emprendimiento
Sabrina Castelli, hoy fundadora y CEO de “Mujer Financiera”, vivió una serie de experiencias que marcaron su vida y su interés por el mundo de las finanzas. Su historia comienza con una tragedia familiar: cinco años antes de la crisis de 2001, su padre falleció inesperadamente en un accidente. En ese momento, su vida y la de su familia cambiaron drásticamente, ya que él era quien se encargaba de la economía familiar.
En 2001, el “corralito” golpeó de nuevo la economía de los Castelli. El dinero que la madre de Sabrina había cobrado del seguro de vida de su esposo y guardado en un plazo fijo en dólares quedó atrapado en el sistema bancario. Este evento fue un punto de inflexión para Sabrina, quien decidió que quería entender cómo funcionaba el mundo financiero para evitar que su familia volviera a enfrentar una situación tan frágil. Fue así como decidió estudiar para ser contadora y licenciada en Administración.
Mientras cursaba sus estudios en la Universidad de Buenos Aires, Sabrina comenzó a trabajar como pasante en una de las “Big Four”, desempeñándose como auditora de bancos de inversión. En esta experiencia profesional, descubrió que había muchas personas que, a diferencia de su familia, habían atravesado la crisis de 2001 sin grandes pérdidas financieras. La mayoría de ellas eran hombres, gerentes de alto nivel, que no habían perdido sus ahorros gracias a que aplicaban estrategias de diversificación financiera.
Al ver esta disparidad, Sabrina se preguntó por qué las personas comunes no tenían acceso a ese conocimiento financiero. Este cuestionamiento fue el impulso para investigar y, eventualmente, crear “Mujer Financiera”, una plataforma dedicada a educar a mujeres en el manejo de sus finanzas y a empoderarlas para que puedan tomar decisiones informadas sobre su dinero.