Esta corriente económica nació en la década de 1980 y busca aumentar el desarrollo económico sin vulnerar los recursos naturales.
Según el diccionario de la Real Academia Española (RAE), la economía es la ciencia que estudia los métodos más eficientes para satisfacer las necesidades humanas materiales, utilizando bienes escasos. Sin embargo, en muchas ocasiones hay sectores que se ven afectados en pos de obtener un mayor crecimiento económico.
Tal es el caso del medio ambiente, que sufre las consecuencias de su explotación para el beneficio de quienes mueven el mercado. En ese sentido, la economía verde funciona como una solución para hacer una transición, con el objetivo de evitar el crecimiento del cambio climático y la extinción de especies.
Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), la economía verde es “aquella que resulta en un mejor bienestar humano y equidad social, reduciendo significativamente los riesgos ambientales y las escaseces ecológicas”. En la misma línea, una economía es considerada verde cuando es baja en carbono, eficiente en recursos y socialmente inclusiva.
Economía verde: centrada en preservar el medio ambiente
El concepto de economía verde comenzó a utilizarse en la década de 1980, cuando fue lanzado el libro Plan para una economía verde (en inglés en su título original: Blueprint for a Green Economy).
Este fue un texto que, si bien no creó nada nuevo, dio nombre a un nuevo modelo económico que había surgido entre finales de la década de 1960 y principios de 1970 y que se basaba en un despertar de la conciencia.