Este ingenioso invento cambió el mundo y sigue generando millones de dólares, incluso 90 años después de su creación.
Algunos inventos revolucionan el mercado y se vuelven indispensables en múltiples ámbitos, generando millones en ganancias a lo largo del tiempo. Entre estos se encuentra la cinta adhesiva Scotch, un producto presente en oficinas, hogares y fábricas, utilizado en todo tipo de reparaciones y proyectos. Este sencillo pero ingenioso invento alcanzó una popularidad mundial que ya cumplió más de 90 años.
La cinta Scotch, creada por Richard Drew, es uno de esos inventos que, aunque nació en un contexto particular, sigue siendo esencial en la vida de millones de personas en el mundo. Su historia es la de un simple producto que supo adaptarse a diferentes necesidades y conquistar al mercado global.
La cinta Scotch, el invento que desde hace años usan millones de personas en el mundo
Cómo es la historia de la Cinta Scotch
En los años 20, Richard Drew, un joven ingeniero en formación, comenzó a trabajar en la empresa 3M, que en aquel entonces se especializaba en papel de lija. Observando los problemas que tenían los pintores al aplicar dos tonos de pintura en los automóviles, Drew decidió crear una solución que les permitiera trabajar con mayor precisión. Así nació la idea de una cinta adhesiva que facilitara el proceso.
El contexto social de la época estaba marcado por la innovación en la industria automotriz y la necesidad de mejorar la eficiencia en los procesos. Drew, que también era músico y tenía una mentalidad creativa, se puso manos a la obra. Tras varios experimentos y ajustes, en 1925 presentó una primera versión de la cinta adhesiva. Sin embargo, esta versión no era transparente ni tan eficaz como esperaba, por lo que el proyecto aún tenía camino por recorrer.
Cinco años más tarde, en 1930, el ingeniero finalmente logró desarrollar una cinta adhesiva transparente que revolucionó el mercado. En plena Gran Depresión, este producto se convirtió en una herramienta clave para las familias que buscaban reparar objetos en lugar de comprar nuevos. La cinta Scotch se utilizó en innumerables situaciones: desde envolver alimentos hasta reparar libros, juguetes e incluso ropa.
La popularidad de la cinta no tardó en expandirse, y rápidamente se convirtió en un éxito en hogares y oficinas por su practicidad y bajo costo. A medida que el tiempo pasaba, la marca Scotch fue ganando terreno, y la innovación en su diseño y composición la consolidó como un producto indispensable.
Por qué se llama “Scotch”
El nombre “Scotch” tiene un origen curioso y un tanto inesperado. En la época en la que Drew presentó su invento, los primeros usuarios, en su mayoría pintores de automóviles, consideraron que la cinta no tenía suficiente pegamento. En tono de broma, dijeron que la empresa estaba siendo “tacaña” con el adhesivo, en referencia al estereotipo sobre los escoceses, conocidos por ser ahorradores.
La anécdota se extendió rápidamente y el apodo “Scotch” se quedó grabado en el producto. Aunque inicialmente era un término peyorativo, con el tiempo, la marca 3M lo adoptó como parte de su identidad. El nombre no solo perduró, sino que se convirtió en sinónimo de calidad en el mercado de cintas adhesivas.
Para reforzar esta identidad, en la década de 1940, la empresa lanzó una mascota llamada “Scotty McTape”, un personaje animado vestido con un kilt escocés que representaba la marca durante varios años. Este toque de humor ayudó a consolidar la marca, que hoy es reconocida en todo el mundo.