El invento que prometía revolucionar la tecnología, pero terminó siendo un fracaso costoso

Con la intención de alejar a las personas de los teléfonos móviles, las gafas inteligentes parecían tener futuro, pero encontraron obstáculos. Desde la aparición de las Google Glass, estos nuevos dispositivos prometían un porvenir exitoso, viniendo a posicionarse como una de las innovaciones más importantes del último siglo. La idea era generar una interfaz intuitiva para […]

Con la intención de alejar a las personas de los teléfonos móviles, las gafas inteligentes parecían tener futuro, pero encontraron obstáculos.

Desde la aparición de las Google Glass, estos nuevos dispositivos prometían un porvenir exitoso, viniendo a posicionarse como una de las innovaciones más importantes del último siglo. La idea era generar una interfaz intuitiva para el usuario y alejar a las personas del uso de los celulares, brindándoles la posibilidad de acceder a búsquedas rápidas de información, pero enfrentaron problemas inesperados.

Entre los principales obstáculos, especialmente las últimas gafas de la actualidad, diseñadas por meta, se encuentra el alto costo que los hace más inaccesibles para los usuarios. Los precios de estos dispositivos oscilan entre los 150 y los 250 dólares, algo que para los clientes resulta bastante elevado teniendo en cuenta sus funciones y los deja afuera de su acceso.

Gafas inteligentes: cómo han evolucionado y cuáles son sus principales desafíos

El alto precio de estos dispositivos sigue siendo, en la actualidad, el principal obstáculo para convertirlos en un producto masivo de uso social. La mayoría de las personas no cree que valga la pena gastar entre 150 y 250 dólares en estos dispositivos por las prestaciones que ofrecen. La gran mayoría de sus funciones pueden ser perfectamente reemplazadas por los smartphones.

Una de sus funciones más disruptivas es la identificación de personas en tiempo real mediante bases de datos, pero esto también genera grandes preocupaciones sobre la privacidad y seguridad. Otro de los inconvenientes es la conectividad y compatibilidad. Actualmente, este tipo de gafas no son independientes, sino que funcionan en conexión con otro tipo de dispositivos. Por lo tanto dependen de una buena conectividad para funcionar.

Precio, privacidad y compatibilidad: los obstáculos que frenan su adopción masiva

En cuanto a otro de sus usos, uno de los mayores especialistas en tecnología Carlos Palloti, aclaró que los modelos actuales están diseñados en su mayoría con lentes ahumados, sin incorporación de graduaciones específicas, por lo que no llegan a reemplazar a los anteojos normales en la función de corrección de las dificultades visuales.

De todas maneras, el especialista cree que con el avance de la inteligencia artificial, este tipo de innovaciones tecnológicas tendrán otra oportunidad en un corto o mediano plazo. Y tienen un gran futuro en el uso de la tecnología sin la necesidad de emplear las manos.