Empresa B, la tendencia mundial que crece en Argentina: ¿Cuáles son los requisitos?

Desde hace unos años se escucha hablar con fuerza de Empresas con Sistema B. Muchos se preguntan qué significa esto. Todas las Empresas B miden su impacto social y ambiental y se comprometen de forma personal, institucional y legal a tomar decisiones considerando las consecuencias de sus acciones a largo plazo en la comunidad y el medioambiente. […]

Desde hace unos años se escucha hablar con fuerza de Empresas con Sistema B. Muchos se preguntan qué significa esto.

Todas las Empresas B miden su impacto social y ambiental y se comprometen de forma personal, institucional y legal a tomar decisiones considerando las consecuencias de sus acciones a largo plazo en la comunidad y el medioambiente.

La certificación es otorgada mundialmente por B Lab, una institución independiente sin fines de lucro, que busca transformar la economía a través de negocios más inclusivos, equitativos y regenerativos. En Argentina es promovida por Sistema B, que contribuye para que las compañías locales se unan a este proceso.

Para lograr tener la certificación se realiza una medición y análisis de las cinco áreas más relevantes de la empresa: Gobernanza, Trabajadores, Clientes, Comunidad y Medio Ambiente. El objetivo es alcanzar un triple impacto, es decir, social, ambiental y económico.

En Argentina hay 205 empresas de triple impacto -número que se incrementa mes a mes-. posicionándose entre los tres países top de la región: Brasil (304), Chile (238) y Argentina (205).

Las certificadas en el país pertenecen a 29 industrias y sectores diferentes, pero todas comparten cuatro características claves: el propósito (las motiva la creación de impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente); el requisito legal (deber fiduciario de accionistas y gestores para incluir intereses no financieros); la certificación (se evalúa y se compromete a mejorar sus estándares de gestión y transparencia); y la interdependencia (son parte de una comunidad).

Entre otros aspectos se destaca que la mayoría son proyectos que empezaron como emprendimientos familiares y que hoy lideran el rumbo de la sustentabilidad. A continuación, algunos ejemplos de los diferentes rubros y marcas que forman parte de esta iniciativa.

Turismo

En el sector turístico nos encontramos con Boomerang Viajes, que es la primera agencia de turismo en Argentina en certificar como “Empresa B”. Dentro de los propósitos se fijaron que la alternativa al turismo masivo propone experiencias respetuosas con el medioambiente, estar en contacto con las comunidades originarias, valorizar la cultura local, asegurar la distribución equitativa y el precio justo.

Una de las consecuencias que trae el turismo masivo es el deterioro del patrimonio histórico cultural o el medio ambiente. Para aliviar este tema, desde Boomerang Viajes identifican zonas poco desarrolladas pero con alto potencial turístico a lo largo y ancho de la Argentina.

Pinturería

En el rubro pinturas, con base en Córdoba nos encontramos con Paclín, la primera en el mundo en el rubro que obtuvo la certificación de Empresa B.

Para conseguirlo realizaron un proceso de sensibilización cultural que duró cuatro años. La empresa cuenta con capacidad de producir 40.000 litros de pintura diarias en sus dos plantas en Córdoba y entre sus planes figura el de seguir invirtiendo para ampliar y modernizar sus instalaciones.

Campo

Dentro del sector agropecuario, Agro Sustentable cuenta con la certificación B desde 2022. La empresa lleva más de diez años en la industria de la agricultura sostenible, los bioinsumos permiten optimizar la producción agrícola sin dejar residuos, ni contaminar los suelos a largo plazo. Sus fertilizantes e insecticidas son orgánicos y naturales, no son tóxicos para las personas y los animales que suelen consumir estas hierbas.

Además, la empresa desarrolla servicios de innovación y tecnología aplicada al campo, para maximizar la producción, optimizar procesos que permitan un uso eficiente de los recursos.

Bebidas alcohólicas

Otra empresa cordobesa que aparece es Porta Hermanos. La misma cuenta con más de 140 años de reconocida trayectoria industrial en la producción de alcoholes de alta calidad (para uso medicinal, alimenticio y cosmético), licores y vinagres. Desde hace más de 20 años, también se dedica a desarrollar soluciones de ingeniería y tecnología en procesos de destilación, fermentación y concentración de proteínas.

Desde 2016 es empresa B certificada. Algunas de sus marcas más reconocidas son Fernet 1882, Casalta, Bialcohol, Guindado Vicente Porta y Montealto, entre otras.

Lácteos

Poniendo un ejemplo de las pocas -por el momento- grandes empresas argentinas que tienen la certificación nos encontramos con Danone, que lo logró en la división de lácteos y la rama de logística La Serenísima. El compromiso declarado de la empresa es certificar para 2025 todos sus negocios a nivel local y global.

Entre las características que le permitieron a Danone lograr la certificación, se encuentran el compromiso global que tiene Danone para medir y gestionar su impacto socioambiental. Para la compañía es un “orgullo” haber logrado esta certificación porque reafirma el propósito “de brindar salud a través de nuestros alimentos y al mismo tiempo cuidar el planeta”.

La tendencia en negocios del siglo XXI es virar hacia compañías que tengan una mirada integral con foco en la sostenibilidad y el cuidado del medioambiente. Ser empresa B es un potencial argentino y regional, e implica un análisis de mejora continua que impulsa a tener una gestión transparente, comprometida con un propósito y con conciencia en cuidar los recursos para hoy y para el futuro.