Entrevista especial con María Rigou, directora ejecutiva de Cambio Climático y Servicios de Sostenibilidad de EY Argentina. Cómo este fenómeno ha evolucionado y su importancia a la hora de atraer inversiones.
La sustentabilidad es un concepto que ha ido evolucionando con el paso del tiempo y se ha posicionado rápidamente como un tema central en las compañías no sólo a nivel local, sino también internacional. De esta forma, los riesgos y oportunidades ambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés) pasaron a ocupar un lugar destacado en la agenda de muchas organizaciones.
Y es que, actualmente, las empresas no sólo tienen que aprender a gestionarse de una forma sustentable, sino que también deben informar las distintas métricas que excedan lo meramente financiero.
En este contexto, un estudio realizado por la misma compañía a nivel global ha destacado que el desempeño no financiero juega un papel fundamental en la toma de decisiones de inversión. Es por esto que, para sobrevivir y crecer en un entorno empresarial cada vez más competitivo y responsable, las organizaciones tienen la obligación de comunicar este tipo de datos.
”Los inversores creen cada vez más que las empresas que obtienen buenos resultados en ESG bajan su nivel de riesgo, están mejor posicionadas a largo plazo y están mejor preparadas para la incertidumbre”, explica María Rigou, directora ejecutiva de Cambio Climático y Servicios de Sostenibilidad de EY Argentina.
Hay varios factores que han impulsado la toma de conciencia en lo que concierne a los riesgos del cambio climático y las complejidades del mundo contemporáneo, el fenómeno más reciente siendo la pandemia por el COVID-19. Sus interconexiones e interrelaciones reforzaron la importancia de los temas de ESG y aceleraron la transición hacia un capitalismo más inclusivo, donde la recuperación económica de la crisis tiene el potencial de acelerar una transición socialmente justa hacia un futuro sostenible.
Por eso, la experta advierte que la sostenibilidad en las empresas tiene que ser un factor de peso en toda la organización. La presencia de áreas y de comités específicos deben cumplir la función de facilitar y acompañar e incorporar esta mirada de forma transversal en todas las áreas y procesos a lo largo de toda la cadena de valor.
”Los responsables de sostenibilidad son los que acompañan el cambio cultural que enfrentan las compañías. Los que trabajando con las otras áreas ayudan a identificar dónde están los impactos, los riesgos ambientales, sociales y de gobernanza más significativos y promueven el desarrollo de nuevas oportunidades para generar valor tanto para el negocio como los distintos grupos de interés o stakeholders”, destaca Rigou.
Y agrega: ”Si bien cada vez se va desarrollando un mayor expertise en estos temas, la toma de decisiones hoy requiere información y medición de resultados que nos permitan comprender riesgos y evaluar oportunidades. Definir el camino hacia la descarbonización, identificar y priorizar las medidas de adaptación y mitigación al cambio climático requieren de herramientas de evaluación y medición que tienen su nivel de complejidad, pero están cada vez más disponibles”.
De esta forma, los equipos de EY no solo pueden ayudar a las organizaciones a abordar los problemas de sostenibilidad, sino también de enfrentar las preocupaciones de los inversores, respaldar los informes y divulgaciones de ESG y también mejorar su desempeño a través de distintos métodos.
Además, EY colabora con distintas compañías para transformarlas centrándose en tres ejes: las personas en el centro, tecnología de alta velocidad e innovaciones a escala. De este modo, estos tres motores de valor son la clave para que los clientes puedan reimaginar los servicios y procesos para así construir un mejor mundo de negocios orientado al desarrollo sostenible.
Gentileza de El Cronista