Fue el inventor de un famoso postre helado que hoy gana millones pero al vender su patente no ganó ni un dólar

Frank Epperson inventó los palitos helados, un postre que hoy gana millones, pero no él. Frank Epperson, creador del popular palito helado, nunca imaginó que su invento alcanzaría un éxito mundial y generaría millones de dólares en ventas. Sin embargo, a pesar de la creación de su invento, nunca vio un centavo de esas ganancias. No pasó […]

Frank Epperson inventó los palitos helados, un postre que hoy gana millones, pero no él.

Frank Epperson, creador del popular palito helado, nunca imaginó que su invento alcanzaría un éxito mundial y generaría millones de dólares en ventas. Sin embargo, a pesar de la creación de su invento, nunca vio un centavo de esas ganancias.

No pasó un verano en el que no hayamos aplacado el calor con un rico helado de palito. Hay de todos los colores, sabores y formas y aunque parezca increíble, este sencillo invento lo creó un niño de 11 años hace más de 120 años en Estados Unidos.

Frank Epperson, el hombre que a los 11 años creó el helado de palito y vendió millones

Frank Epperson, el hombre que a los 11 años creó el helado de palito y vendió millones

Quién fue Frank Epperson, el creador de los palitos helados

Cuando Frank tenía 11 años, accidentalmente inventó los palitos helados en 1905. Todo comenzó una fría noche de invierno cuando dejó olvidado un vaso con agua y polvo de soda en el patio de su casa. Al día siguiente, encontró la bebida completamente congelada con una cuchara de madera atrapada en el interior. Al tirar de la cuchara, descubrió una nueva y refrescante forma de disfrutar su bebida.

Pasaron 18 años antes de que Epperson patentara su invento en 1923, bautizándolo como “Epsicle”. A pesar de su innovador concepto, las dificultades económicas lo obligaron a vender los derechos de su patente. Así, el “Popsicle” se convirtió en un éxito comercial, generando enormes ganancias que Epperson nunca llegó a disfrutar. Su historia es un recordatorio de cómo las circunstancias pueden cambiar el destino de un inventor visionario.