Creado por Gideon Sundback, se ha convertido en un invento esencial en nuestra vida diaria.
Durante la Primera Guerra Mundial, muchos inventos revolucionarios vieron la luz, pero pocos han tenido el impacto cotidiano del cierre o cremallera. Este simple pero ingenioso mecanismo se ha convertido en una parte esencial de nuestra vida diaria, facilitando acciones tan simples como abrocharse el abrigo.
El cierre, patentado por el ingeniero sueco Gideon Sundback en 1917, se popularizó rápidamente por su utilidad y eficiencia. Aunque no fue el primero en concebir la idea, sus mejoras transformaron el prototipo inicial en un producto práctico y duradero que pronto conquistó diversos sectores, desde la moda hasta la industria aeroespacial.
Cómo se creó el cierre o cremallera
El cierre o cremallera, tal como existe en la actualidad , es el resultado de la mejora y perfeccionamiento de un diseño previo. El primer prototipo de este mecanismo fue concebido por Elias Howe, pionero en la creación de la máquina de coser. Sin embargo, su idea no logró popularidad hasta la Primera Guerra Mundial, cuando la necesidad de soluciones prácticas impulsó su desarrollo.
Gideon Sundback fue el ingeniero que logró convertir al cierre en un invento práctico y ampliamente utilizado.Incrementó el número de dientes para mejorar su agarre y cosió cintas a la tela, uniendo estos dientes de manera eficiente. Inicialmente, las cremalleras se usaron en botas, sacos de correos y bolsas de tabaco, pero con el tiempo se extendieron al mundo de la moda y más allá.
Quién fue Gideon Sundback
Gideon Sundback, nacido el 24 de marzo de 1880, fue un ingeniero sueco que dejó una marca indeleble en la historia con su invención. En 1917, Sundback patentó su versión mejorada de este mecanismo, que pronto se convertiría en uno de los inventos más utilizados del mundo.
Sundback no fue el primero en pensar en el cierre, pero sus contribuciones hicieron que el invento fuera práctico y eficiente. Desde su creación, las cremalleras han evolucionado y se fueron adaptado por numerosas industrias, incluyendo la moda y la tecnología espacial, pues hasta la mismísima NASA utilizó los cierres en trajes espaciales capaces de retener la presión del aire en el vacío del espacio.