Descubre cómo establecer límites y trabajar eficazmente con tus clientes como freelance.
Los clientes son la fuerza vital de tu negocio, pero sin los sistemas adecuados pueden convertirse también en tu mayor fuente de estrés. Durante los últimos 13 años, he trabajado con cientos de clientes, y he aprendido (a veces por las malas) lo importante que es establecer límites, colaborar de forma efectiva y guiar a los clientes a través de un proceso estructurado.
Aquí están mis mejores estrategias para construir relaciones saludables, profesionales y sostenibles, con los clientes.
1. El problema de los límites
El error número uno que cometen los freelancers es no establecer límites desde el principio.
Al inicio, estás tan emocionado por conseguir proyectos que aceptas casi cualquier cosa. Eso puede significar permitir que los clientes paguen muy poco, extender tus plazos o aceptar demasiadas solicitudes. El problema es que, una vez que empiezas a trabajar de esta forma, es increíblemente difícil dejar de hacerlo.
La realidad: los clientes no necesariamente están siendo irrazonables; simplemente están trabajando con la información que tú les diste. Si tu propuesta dice “consultoría por un mes”, podrían asumir que eso significa 30 o 40 horas de acceso a ti. A menos que lo definas claramente, su suposición no es incorrecta.
Al establecer límites no se tratan de ser rígido, se trata de trabajar con claridad. Objetivos de trabajo específicos, una reunión inicial y acuerdos documentados te protegen tanto a ti como al cliente.
2. Lecciones sobre clientes difíciles
Al principio de mi carrera, no establecía límites en las revisiones. Eso provocaba que algunos proyectos se extendieran durante semanas, con interminables correcciones y clientes que sobre analizan buenas propuestas.
Ahora siempre:
- Defino el número de rondas de revisión en el contrato (por lo general, dos).
- Doy instrucciones a los clientes sobre cómo proporcionar retroalimentación en cada ronda.
- Les enseño herramientas como el “modo sugerencia” en Google Docs para no ahogarme en sus comentarios.
Otro problema que enfrentaba era la retroalimentación vaga como: “No me gusta el estilo.” Para solucionarlo, agregué un anexo donde los clientes firman con sus iniciales que han revisado mis propuestas de redacción y están de acuerdo en que el proyecto reflejará un estilo y tono similar.
Pequeños cambios como este previenen la frustración, y también hacen que la experiencia del cliente no se vea opacada por contratiempos.
3. Dificultades que tienen los freelancers al establecer límites
Seamos honestos: establecer límites es difícil cuando eres nuevo.
Aún no sabes qué señales de alerta buscar, estás emocionado por las oportunidades. Y los clientes, muchas veces, tampoco saben cómo trabajar con freelancers, lo que significa que guiarlos es tu responsabilidad.
Mi consejo: toma cada proyecto como una lección. Al final, pregúntate:
- ¿Qué causó fricciones?
- ¿Qué podría agregar a mi contrato o proceso de colaboración para evitar esto?
- ¿Dónde necesito establecer expectativas más claras?
Con el tiempo, estos micro ajustes establecen un sistema que protege tu tiempo y tu tranquilidad.
4. El onboarding como seguro de límites
El onboarding no es trabajo innecesario, es un seguro que cuida tu relación con el cliente.
Un proceso sólido de colaboración generalmente incluye:
- Una junta de inicio para establecer los entregables, la frecuencia de reportes y los plazos.
- Un documento de colaboración que ponga por escrito detalles como accesos, recursos y fechas límite.
- Recordatorios claros sobre los calendarios de pago y los períodos de revisión.
¿Mi herramienta favorita? Una plantilla de agenda para la junta de inicio. La uso siempre, haciendo los ajustes necesarios según sea el caso. Siempre incluye: lo que acordamos, cómo nos comunicaremos, qué necesito del cliente y los plazos de revisión/aprobación.
Invertir de 20 a 30 minutos en un inicio ahorra horas de retrabajo más adelante
5. Sesiones de inicio y crecimiento del alcance del proyecto.
Incluso con un contrato firmado, las sesiones de inicio son esenciales. ¿Por qué? Porque traducen el contrato a un lenguaje más claro. También te dan un registro escrito si usas una agenda y tomas notas. Más adelante, si crece el alcance del proyecto, puedes hacer referencia y mostrar evidencias de lo que se acordó en un inicio.
Algunas preguntas imprescindibles en cada sesión de inicio:
- ¿Tienes alguna pregunta antes de comenzar?
- ¿Cómo prefieres que manejemos la comunicación?
- ¿Cómo te gustaría proporcionar retroalimentación?
Las sesiones de inicio no solo previenen malentendidos, dejan claro que eres un profesional que dirige un negocio, no un freelance que improvisa para “hacerlo funcionar”.
6. Gestión continua de clientes
Una vez que el proyecto está en marcha, el estilo de comunicación es muy importante.
Algunos clientes quieren detalles, otros un resumen general. Mi postura es adaptarme:
- Uso correos o reportes con viñetas para los clientes de “visión general”.
- Grabo breves actualizaciones en video para quienes prefieren explicaciones visuales.
- Hago llamadas semanales o quincenales cuando se necesita retroalimentación constante.
Si un cliente necesita tomarse un tiempo, dale un poco de espacio, pero el proyecto tiene que seguir. Insiste de manera sutil y, si es necesario, explica cómo los retrasos afectarán el cronograma. Por ejemplo:
“Si necesitas dos semanas adicionales para revisar este diseño, nuestra fecha de lanzamiento se moverá al 1 de septiembre. ¿Te parece bien?”
Esto mantiene los proyectos avanzando sin generar tensión.
7. La regla de oro
Después de más de una década como freelance, esta es mi regla de oro: la mejor estrategia de gestión de clientes es decir no a los clientes equivocados antes de comenzar.
Tu llamada inicial de venta te dice casi todo lo que necesitas saber. ¿Sus personalidades encajan? ¿Sus expectativas son realistas? ¿Han pasado por varios freelancers antes? Esas son señales para proceder con precaución, o no hacerlo en absoluto.
Filtrar por compatibilidad ahorra más dolores de cabeza que cualquier cláusula contractual o proceso.
Reflexión final
Las grandes relaciones con los clientes no se dan por casualidad. Suceden cuando tú, el freelance, guías el proceso:
- Los límites se definen claramente.
- La colaboración se maneja profesionalmente.
- Las sesiones de inicio se usan para establecer expectativas.
- La comunicación continua se adapta al cliente.
Cuando sigues estos pasos, dejas de sentir que el trabajo de freelance es impredecible. En su lugar, construyes relaciones saludables, respetuosas y sostenibles con tus clientes.