El gigante del comercio electrónico Amazon recibió una multa por supuestas “prácticas comerciales desleales”. La empresa comandada por Jeff Bezos apelará la sanción económica.
La autoridad antimonopolio de Italia multó a dos filiales de Amazon con un total de 10 millones de euros por supuestas prácticas comerciales desleales. El gigante estadounidense del comercio electrónico respondió que apelará la sanción económica.
“Amazon restringió significativamente la libertad de elección de los consumidores al preestablecer automáticamente la opción Suscríbete y Ahorra en su tienda online para una amplia selección de productos”, según señaló el organismo de control, que añadió que “de esta manera los consumidores son inducidos a optar por entregas regulares programadas en lugar de compras únicas y a comprar periódicamente un producto, limitando así la libertad de elección”.
La compañía por su parte impugnó la decisión y advirtió de que apelaría. “Todos los días, los clientes se benefician del programa Suscríbete y Ahorra, al ahorrar dinero y tiempo en entregas regulares de artículos que utilizan habitualmente”, explicó la compañía en un comunicado.
“La opción Suscríbete y Ahorra, que permite a los clientes programar entregas periódicas de artículos de primera necesidad con un descuento adicional sobre el precio de una sola compra, ha permitido ahorrar más de 40 millones de euros desde su lanzamiento en Italia”, añadió la empresa.
La empresa de comercio electrónica sigue así sumando multas en los diferentes mercados que opera. A comienzos de año el sector que agrupa los almacenes de Amazon en Francia, Amazon France Logistique, recibió una multa de 32 millones de euros por parte de la Comisión Nacional de Informática y Libertades (CNIL), por utilizar un sistema de vigilancia que seguía de cerca los movimientos de sus trabajadores para “evaluar su desempeño”.
En el dictamen la CNIL consideró que “esos sistemas mantienen a los asalariados en una estrecha vigilancia para todas las tareas realizadas con escáneres y ejercen así una presión continua”.
La CNIL también denunció que los empleados no fueron informados de forma clara y completa sobre la vigilancia, y que los datos se conservaban durante 31 días. De todas maneras los trabajadores y trabajadoras intuían que los espiaban ya que tenían que rendir cuentas si se ausentaban de sus puesto o si estaban escaneando paquetes “demasiado lento”. El sistema de vigilancia también controlaba el tiempo que tardaban en entrar al almacén y empezar a trabajar.
En la misma línea, la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofede) de México denunció en febrero a Amazon y MercadoLibre por llevar a cabo prácticas comerciales que afectarían al sector del comercio electrónico del país.