La baja de las retenciones al agro mejora márgenes, pero la carga tributaria impacta los niveles competitivos

Un informe del IERAL advirtió que, pese a la reducción permanente de DEX a 26% en soja y 9,5% en maíz, la presión impositiva sobre el campo seguirá elevada en la campaña 2025/26, superando incluso el 100% en zonas extra pampeanas con alquiler. La reducción de las retenciones al agro anunciada para la campaña 2025/26, que lleva…

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Un informe del IERAL advirtió que, pese a la reducción permanente de DEX a 26% en soja y 9,5% en maíz, la presión impositiva sobre el campo seguirá elevada en la campaña 2025/26, superando incluso el 100% en zonas extra pampeanas con alquiler.

La reducción de las retenciones al agro anunciada para la campaña 2025/26, que lleva la alícuota de la soja al 26% y la del maíz al 9,5%, generará una mejora en los márgenes de los productores, pero no implicará una baja de la presión tributaria a niveles que permitan alcanzar estándares internacionales de competitividad.

Así lo señala un estudio elaborado por el Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL) de la Fundación Mediterránea, que analiza el impacto del nuevo esquema impositivo sobre distintos perfiles de productores.

El trabajo, realizado por el economista Franco Artusso, compara la situación con un escenario contrafáctico en el que las retenciones no bajaban —33% en soja y 12% en maíz— y proyecta cómo cambiarán los números en la próxima campaña agrícola.

Según el análisis, los márgenes netos mejorarían entre US$31,6 y US$60,5 por hectárea, dependiendo de la zona y la condición de tenencia de la tierra.

La baja de las retenciones al agro mejora márgenes, pero la carga tributaria impacta los niveles competitivos

La baja no alcanza para aliviar la presión impositiva

En el caso de los propietarios en la zona núcleo, el incremento de rentabilidad alcanzaría los US$ 60,5/ha, mientras que para los arrendatarios en esa misma región la mejora sería de US$ 31,6/ha.

En las zonas extra pampeanas, los propietarios sumarían US$ 47,5/ha y los arrendatarios US$ 40,3/ha adicionales respecto al escenario sin reducción de DEX.

Sin embargo, la presión tributaria seguirá siendo alta. El estudio reveló que en promedio más de la mitad de la renta agrícola continuará destinada al pago de impuestos, incluso después de la baja de retenciones.

La baja de las retenciones al agro mejora márgenes, pero la carga tributaria impacta los niveles competitivos

La “carga tributaria total” —que incluye DEX, impuesto a las ganancias, otros tributos nacionales y provinciales— se ubicaría en 53% para un propietario de zona núcleo, 70% para un arrendatario de esa región, 68% para un propietario extrapampeano y 112% para un arrendatario extrapampeano.

Este último caso, el más extremo, significa que la suma de impuestos y distorsiones supera la renta generada, dejando al productor en números rojos.

La reducción de DEX implicará un alivio fiscal importante en términos absolutos: el fisco dejará de recaudar entre US$ 53,9 y US$ 71,8/ha por este concepto, según el tipo de productor.

Sin embargo, parte de esa merma se compensará con mayores ingresos por el impuesto a las ganancias —que subirá entre US$ 10,5 y US$ 24,8/ha— y por tributos provinciales como Ingresos Brutos, sellos e inmobiliario rural.

De esta manera, la recaudación total de Nación y provincias caería en un rango del 9% al 15%, bastante menor que la baja directa en retenciones. Esto se explica por el llamado “efecto compensación” que se produce cuando un menor DEX genera más renta imponible y, por ende, más ganancias gravadas.

Pese al alivio parcial, los márgenes proyectados para 2025/26 se mantendrán por debajo del promedio de las últimas ocho campañas. El informe concluye que, si bien la reducción de retenciones es un paso positivo, la presión impositiva total y los altos costos siguen siendo los principales condicionantes de la competitividad del agro argentino.

“Más allá de esta señal favorable, el sector necesita un esquema tributario más equilibrado y estable para poder invertir, producir y competir en los mercados internacionales”, planteó Artusso en el documento, dejando abierta la discusión sobre la reforma fiscal pendiente para el agro.