Si todas las Instituciones Financieras a nivel mundial alcanzaran el nivel más alto de madurez digital lograrían retornos colectivos de u$s100.000 millones anuales durante la próxima década.
A nivel global, las instituciones financieras (FI, por sus siglas en inglés) invierten miles de millones de dólares en procesos de transformación digital.
Sin embargo, existen grandes diferencias en la manera como las entidades invierten y los resultados que obtienen. El estudio “Digital Acceleration Index” de Boston Consulting Group (BCG), sostiene que, si todas las FI a nivel mundial alcanzaran el nivel más alto de madurez digital lograrían retornos colectivos de u$s100.000 millones anuales durante la próxima década.
El estudio analizó cerca de 250 instituciones financieras de Norteamérica, Europa y Asia a fin de responder una pregunta fundamental: ¿Aplicar una estrategia digital mejora el desempeño?
El estudio muestra que las empresas con mejor desempeño son aquellas que, desde un inicio, establecieron una clara estrategia digital para guiar sus esfuerzos.
En tanto, aquellas instituciones financieras que activaron iniciativas digitales sin una estrategia clara lograron un desempeño bastante bajo, incluso comparado con aquellas que ni siquiera tienen iniciativas digitales. Es evidente que estas compañías requieren un plan de acción inmediato.
Los 5 arquetipos de las instituciones financieras
El estudio identificó 5 arquetipos entre las instituciones financieras analizadas: los pioneros, los estrategas avanzados, los estrategas principiantes, los que omiten la estrategia y aquellos que la incorporan tardíamente. Durante los últimos tres años, los pioneros y los estrategas avanzados aumentaron su participación de mercado en un promedio de 6,7% y 6% respectivamente, mientras que las empresas que omiten una estrategia sólo crecieron un 4,6%.
“Aquellas compañías que se embarcan en iniciativas digitales sin tener una estrategia clara tienen el menor nivel de crecimiento. De hecho, aún instituciones que están dando los primeros pasos e incorporan estrategias de manera más tardía, generan más valor que las primeras compañías”, indicó Marcial González, managing director & partner de BCG.
Se determinó, además, que mientras los pioneros y estrategas digitales avanzados lideran el camino hacia la automatización de procesos, las compañías que están dando sus primeros pasos hacia la madurez digital enfatizan las acciones de capacitación de su fuerza laboral en competencias digitales.
El camino hacia la madurez digital y el éxito
Las compañías que parten de una clara estrategia digital pueden alinear sus iniciativas tecnológicas con la estrategia y los objetivos generales de la empresa. En ese sentido, el estudio concluye que las instituciones financieras, dependiendo de su madurez digital, deben tomar ciertas acciones para generar más valor en los próximos años:
- Para los que incorporan tardíamente:
- Definir y desarrollar de forma sostenida un objetivo digital. Este servirá como una guía para todos los equipos de la compañía.
- Crear un mapa holístico que acerque a la empresa hacia el objetivo digital. Esto es posible priorizando el uso de la data e invirtiendo en la capacitación de los colaboradores.
- Asegurarse de que las inversiones para la capacitación de los colaboradores incluyan espacios para establecer y empoderar posiciones de liderazgo digital, expandir la capacidad del talento e implementar formas ágiles de trabajar.
- Mantener un enfoque en la creación de valor y los resultados.
- Para los que omiten la estrategia:
- Evaluar si las capacidades de los colaboradores y la tecnología digital disponible son suficientes para cumplir con las iniciativas planteadas.
- Asegurarse de que los equipos de negocios (no solo los de TI) definan la estrategia digital y el objetivo.
- Definir si las capacidades actuales de los colaboradores y la tecnología existente van de acuerdo con el objetivo y hacer los ajustes necesarios. Luego, implementar un mapa de transformación digital enfocado en la creación de valor y resultados.
“Afortunadamente, es posible tomar acción para corregir aquello que puede estar faltando en el camino hacia la transformación digital de las instituciones financieras. Asimismo, aquellas compañías que recién se embarcan en este proceso pueden tomar de ejemplo a los pioneros y estrategas digitales avanzados. Se requieren decisiones contundentes, pero es un paso que vale la pena dar si consideramos el potencial de retorno en juego”, finalizó González.