La mitad de las mujeres emprenden por vocación o desarrollo personal, mientras que la otra mitad lo hace por necesidad económica.
En cuestiones de género los negocios liderados por mujeres tienen un 10% menos de probabilidad de estar operativos en comparación con los varone
Los emprendedores son fundamentales en la economía del país ya que los pequeños y medianos negocios son los principales generadores de crecimiento económico en Argentina.
Más emprendimientos significan mayores oportunidades para toda la sociedad. Desde generación de empleo e impuestos a mejores soluciones disponibles en el mercado para mejorar la vida de las personas.
Emprender es identificar un problema en un nicho dentro de ese mercado que tal vez no estaba siendo explorado o encontrar nuestro propio diferencial para crear un negocio que ofrezca una solución que logre satisfacer las necesidades de nuestros clientes.
En los últimos 20 años, el rol de la mujer ha crecido notablemente en el ecosistema emprendedor. Cada vez hay más mujeres que eligen ser emprendedoras para conciliar su desarrollo personal con el profesional. Mujeres que emprenden por una necesidad económica, impulsadas por la necesidad de ”tener tiempo” para su vida privada o en búsqueda de la autorrealización.
Sin embargo, los datos no son tan alentadores. El Reporte global sobre el estado de las pequeñas empresas indica que los negocios liderados por mujeres en el país tienen 10% menos de probabilidades de estar operativos o participar en actividades generadoras de ingreso que aquellos que son dirigidos por hombres.
Y es que ser madres y emprendedoras es un gran desafío, sobre todo en un contexto en donde la desigualdad de género no nos juega a favor.
La participación masculina en los negocios es histórica y las mujeres debemos allanar terreno, el famoso techo de cristal no es un mito, es una realidad y demuestra como a las mujeres nos cuesta mucho más llegar a posicionarnos en los negocios, enfrentándonos a dificultades que están relacionadas con esa diferencia.
Emprender lleva tiempo, requiere inversión y se necesita de ayuda de familiares o colaboradores para poder afrontar todas nuestras responsabilidades y lograr diversificarnos en nuestras actividades cotidianas.
Emprendimiento desde la perspectiva de género
Existen múltiples formas de encarar proyectos pero entre las mujeres existen temas que les son comunes solo por el hecho de ser mujeres: la voluntad de ser madres y la decisión de cuidar a los hijos, el embarazo y la lactancia, la falta de acceso a créditos y a información clave para llevar a cabo proyectos.
Emprender es una salida laboral frecuente para muchas mujeres que buscan la flexibilidad horaria que le permitan conciliar la vida laboral con la familiar y/o social, para ser “jefas de su vida“ y “dueñas de su tiempo”. Incluso, muchas emprenden en paralelo a su empleo en relación de dependencia, hasta poder tener la confianza en sí mismas y adquirir los ingresos que le garanticen la estabilidad para dejarlo. Este proceso, es parte de la búsqueda por la autonomía financiera.
Sin embargo, la informalidad y la falta de un plan de acción estratégico pueden impedir que el emprendimiento pueda desarrollarse y escalar. Por el contrario 7 de cada 10 emprendimientos fracasa antes de los 5 años y 1 de cada 4 no llega, ni siquiera, a cumplir el primer año.
Según un informe de la Asociación de Emprendedores de Argentina (ASEA) y Amazon Web Services (AWS), la mitad de las mujeres emprenden por vocación o desarrollo personal, mientras que la otra mitad lo hace por necesidad económica.
Uno de los mayores desafíos para las emprendedoras es convertir su idea o su vocación en un negocio sano, sostenible y rentable.
Comenzar un negocio propio es un “camino cuesta arriba”. Requiere planificación, proyección, visión a largo plazo, formación constante pero sobre todo, una “actitud emprendedora”, el ser proactivas y tener inteligencia emocional para seguir a pesar de los miedos y demás creencias limitantes, con las que “nos carga” la sociedad.
La mujer emprendedora es empoderada porque sabe que tiene el superpoder de reinventarse constantemente y transformar su vida y la de todos los que la rodean. Emprendiendo desde el propósito, sabiendo por qué hacemos lo que hacemos nos permite avanzar a pasos firmes hacia nuestra visión.
Con cada decisión que tomamos definimos nuestro futuro. Son los momentos más difíciles los que definen quienes vamos a llegar a ser. Si somos tenaces el resultado será gratificante ya que alcanzaremos nuestros objetivo