Los mayores errores financieros que cometen los emprendedores y cómo solucionarlos

Frecuentemente se considera a los emprendedores como personas arriesgadas, visionarias y expertas en detectar oportunidades. Sin embargo, muchos tienen dificultades para manejar sus finanzas. os emprendedores suelen ser vistos como tomadores de riesgos, visionarios y maestros en encontrar oportunidades. Pero a pesar de sus movimientos audaces y sus logros empresariales, muchos enfrentan un obstáculo más…

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Frecuentemente se considera a los emprendedores como personas arriesgadas, visionarias y expertas en detectar oportunidades. Sin embargo, muchos tienen dificultades para manejar sus finanzas.

os emprendedores suelen ser vistos como tomadores de riesgos, visionarios y maestros en encontrar oportunidades. Pero a pesar de sus movimientos audaces y sus logros empresariales, muchos enfrentan un obstáculo más mundano pero igualmente crucial: sus finanzas personales.

Para muchos, esta contradicción resulta sorprendente. Si puedes construir un negocio, ¿no debería ser fácil manejar tu propio dinero? En realidad, emprender exige una mentalidad distinta a la que se necesita para tener buenos hábitos financieros. ¿La razón? Las cualidades que te ayudan a triunfar en los negocios —como la tolerancia al riesgo, el optimismo y la tendencia a reinvertir de forma agresiva— pueden jugar en contra de tus finanzas personales.

Aquí te explicamos por qué muchos emprendedores fallan al manejar su dinero y cómo evitar cometer los mismos errores.

Difuminar los límites entre las finanzas personales y del negocio

Uno de los errores financieros más comunes entre emprendedores es no separar las cuentas personales de las del negocio.

Para ser justos, no deberías culparte demasiado si has cometido este error. En las primeras etapas de un emprendimiento, puede parecer inofensivo usar tus ahorros para una campaña de marketing o pagar el supermercado con la tarjeta del negocio. Pero con el tiempo, esto borra la línea de responsabilidad. Se vuelve más difícil dar seguimiento a ingresos, gastos, impuestos y ganancias. Además, puede crear la ilusión de que el negocio va mejor de lo que realmente está, o de que tienes más dinero del que en verdad dispones.

Cómo solucionarlo: Asegúrate de que tu negocio tenga una cuenta bancaria y una tarjeta de crédito propias. También es importante que te pagues un ingreso constante, aunque sea modesto al principio. En términos de compensación, deberías tratarte como a un empleado más de tu empresa. Esto fomenta la disciplina y brinda claridad a tus finanzas.

Brechas en educación financiera

Aunque algunos emprendedores logran lanzar y hacer crecer sus negocios con conocimientos financieros limitados, tener una comprensión sólida de las finanzas personales y empresariales es clave para el éxito a largo plazo. La mayoría comienza con recursos propios, usando ahorros personales o préstamos de amigos y familiares sin conocer del todo las implicaciones financieras.

Para tener éxito como emprendedor, es fundamental dominar lo básico de las finanzas personales y del negocio:

  • Gestión del flujo de efectivo. Resulta vital llevar un control de cómo entra y sale el dinero del negocio. Según una encuesta de Wilbur Labs, más de un tercio de los fundadores cree que quedarse sin dinero fue una de las causas de su fracaso.
  • Presupuestos y proyecciones. Saber presupuestar y apegarse al plan permite controlar deudas, reducir costos y lanzar nuevos productos con mayor seguridad.
  • Decisiones de inversión. Todo emprendedor debe aprender a evaluar riesgos y retornos antes de reinvertir utilidades o crecer sus ahorros personales.
  • Acceso a financiamiento. Tener un plan financiero claro y conocer bien tus números genera confianza entre inversionistas o prestamistas. También te permite comunicar mejor tu visión y demostrar responsabilidad.

Cómo ganar: Familiarízate con los conceptos financieros mientras construyes tu negocio. Aprovecha cursos, libros, podcasts y comunidades enfocadas en emprendimiento. Si algo no te queda claro, consulta a un experto. No necesitas convertirte en contador, pero sí hablar el idioma del dinero lo suficientemente bien como para tomar decisiones estratégicas.

Ingresos irregulares, ahorros inconstantes

A diferencia de los empleados con sueldo fijo, los emprendedores no reciben pagos en una fecha establecida. Esta volatilidad puede llevar a ahorrar solo en épocas de bonanza y gastar de más en tiempos difíciles.

Con el tiempo, este ciclo de altibajos te deja sin preparación para emergencias, el pago de impuestos o el retiro.

Cómo ganar: Diseña un presupuesto mensual tomando como base tus meses de menores ingresos. A partir de esa cifra conservadora, automatiza tus ahorros. Además, procura tener un fondo de emergencia que cubra entre seis y doce meses de gastos. Cuando recibas ingresos extraordinarios, asigna un porcentaje directamente a ahorro e inversiones a largo plazo.

Confiar demasiado en el negocio como única fuente de riqueza

Muchos emprendedores asumen que su empresa será su plan de retiro. Es decir, esperan venderla por una gran suma o seguir obteniendo ingresos de ella durante muchos años.

Sin embargo, los negocios —como los mercados— son impredecibles. El agotamiento, problemas de salud o una crisis económica pueden echar abajo cualquier estrategia de salida. Si todo tu patrimonio está invertido en tu empresa, tu futuro financiero queda en riesgo.

Cómo ganar: Asegúrate de diversificar tu riqueza. Desde el principio, comienza a invertir fuera de tu negocio: un plan de retiro, una cuenta de inversión, bienes raíces o una anualidad. Recuerda: tu empresa puede ser tu principal fuente de ingresos, pero no debería ser la única.

Sorpresas fiscales inesperadas y mala gestión

Los impuestos pueden ser muy complejos para quienes trabajan por cuenta propia. Si se omiten los pagos trimestrales, se interpretan mal las deducciones o se calcula la carga fiscal en el último momento, las consecuencias suelen ser multas, estrés y problemas de flujo de efectivo.

Cómo ganar: Consulta a un contador que entienda el sector y la estructura de tu empresa. Lo ideal es apartar mensualmente el dinero destinado a impuestos en una cuenta separada. También puedes considerar el uso de un software que registre en tiempo real tus ingresos y gastos deducibles. Recuerda: la planificación fiscal no es algo que se hace una vez al año, sino a lo largo del mismo.

Descuidar la planificación para el retiro

El retiro rara vez está entre las prioridades de los emprendedores. Constantemente estamos lanzando nuevos productos y cerrando contratos. Y en ausencia de un plan 401(k) patrocinado por una empresa, muchas veces la opción por defecto es no hacer nada.

Pero el retiro no espera. Cuanto antes empieces, más podrá crecer tu dinero.

Cómo ganar: Infórmate sobre las cuentas para el retiro disponibles para emprendedores, como el Solo 401(k), SEP IRA y SIMPLE IRA (o la que aplique en tu país). Invertir en estas cuentas puede ser fiscalmente eficiente y permite altos límites de aportación. Además, conforme tu negocio crece, puedes automatizar pequeñas contribuciones mensuales para increméntarlas con el tiempo.

Durante los periodos de crecimiento, llega la inflación del estilo de vida

Cuando tu negocio despega, es tentador mejorar tu estilo de vida. Te lo has ganado, ya sea con un auto más lujoso, una casa más grande o más viajes.

Sin embargo, la inflación del estilo de vida puede comerse tus ganancias y evitar que construyas una riqueza duradera. Peor aún, si tus ingresos bajan después, podrías quedar financieramente sobreextendido.

Cómo ganar: En lugar de basar tus gastos en tu mejor año, establece límites de estilo de vida según tu ingreso promedio. Puedes usar la regla del 50/30/20: destina 50% a necesidades, 30% a deseos y 20% al ahorro y pago de deudas. También es buena idea ahorrar más durante los periodos de altos ingresos. Así evitarás apuros financieros en épocas más difíciles.