Las franquicias de pinturerías se consolidan como una opción rentable para emprendedores, ofreciendo servicios personalizados y alcance territorial en un sector en plena expansión.
En un mercado en constante transformación, las franquicias de pinturerías emergen como un modelo de negocio sólido y rentable en Argentina. Desde marcas históricas hasta nuevas propuestas, estas cadenas lograron expandirse rápidamente, apoyándose en una estrategia que combina el respaldo de grandes empresas con la flexibilidad de pequeños emprendedores.
El dato clave es que la industria de la pintura encuentra en el modelo de franquicias una estrategia para crecer en un mercado competitivo. Cercanía con el cliente y servicios personalizados impulsan al sector. A continuación, diversas opciones para los inversores.
Colorshop es una de las cadenas de pinturería más importantes del país con más de 300 locales en operación. La empresa ofrece en sus establecimientos toda la línea completa de Sinteplast, que abarca arquitectónica, automotor, industria y construcción.
La firma ofrece al franquiciado todo el know how no solo para la instalación del comercio sino también para su funcionamiento. El monto estimado que debe desembolsar un inversor, dependiendo del tamaño del local, ronda los $19 millones más impuestos. Por su parte, la facturación promedio anual del local está estimada en $36 millones y el recupero de la inversión está proyectado en entre 12 a 18 meses.
Entre las características principales que destaca Colorshop para la instalación de un local de su marca, es que debe tener una dimensión de alrededor de 120 m2 y preferentemente localizado en un esquina.
La empresa ofrece además el modelo llave en mano por el que el franquiciado no debe ocuparse de las obras previas del establecimiento. Por último, el contrato es de cinco años y lo ideal es que el franquiciado sea activo en la operatoria.
Colorshop también cuenta con una sólida tienda online que justamente se respalda en sus franquiciados. Lo que genera un ingreso adicional para el local del inversor.
Centro pinturerías es otra cadena que apalancó su expansión con franquicias. Actualmente, cuenta con más de 220 locales en el país y tres en el exterior. La firma fue fundada en 1969 y su primera franquicia comenzó a operar en 1991.
La empresa destaca que brinda asistencia en la implementación del local, capacitación y entrenamiento permanente. El local debe tener una dimensión mínima de 80 m2 y preferentemente ubicado en una avenida de alto tránsito comercial y en una esquina, pero ninguno de estos puntos son excluyentes.
La inversión total promedio para instalar un local de Centro pinturerías es de entre $22 a $29,5 millones más IVA, dependiendo del local seleccionado. En tanto, la facturación promedio anual está proyectada en $52 millones más IVA y el recupero de la inversión programado en un plazo de 18 a 24 meses.
La empresa además ofrece una capacitación intensiva en su planta localizada en la localidad bonaerense de Garín al franquiciado y su equipo de trabajo.
Por último, la firma Vadex Shop que tiene más de 55 franquicias en el país, es otra alternativa para los inversores. La empresa está focalizada en la venta de revestimientos, pinturas, impermeabilizantes, materiales para la construcción en seco y afines. Tiene además operaciones en Uruguay, Paraguay y Bolivia.
La compañía proyecta una inversión de alrededor de u$s13.800 para instalar un local de su marca, en el que prometen acompañar al franquiciado no solo con la puesta en marcha sino también con la operación diaria.
Según los datos de la firma, la facturación total anual estimada del local es de alrededor de u$s117.000 y el recupero de la inversión se lograría en un plazo de 6 a 8 meses.
El franquiciado no tiene que tener experiencia previa en el rubro, pero preferentemente debe estar activo en el manejo diario del local que a su vez debe tener mínimo unos 70 m2 y estar localizado en una zona de alto tránsito comercial.