La estadounidense ARC Energy fue la única oferente en la licitación internacional para adquirir la metalúrgica fundada en 1907 por la familia Pescarmona y estatizada por Alberto Fernández en 2021.
El presidente Javier Milei podrá concretar la primera privatización de una empresa estatal justo antes de su viaje a Estados Unidos para participar de la asunción de Donald Trump, prevista para el 20 de este mes.
Si se cumplen los trascendidos que circularon con insistencia en las últimas horas, en los próximos días será anunciada la preadjudicación de Impsa a la empresa estadounidense ARC Energy, que tomaría posesión de la compañía en algún momento de febrero próximo.
ARC Energy fue la única oferente cuando Milei lanzó la licitación internacional en el mes de octubre para adquirir la mayoría del paquete accionario de la metalúrgica que fue fundada en 1907 por la familia Pescarmona y en 2021 fue estatizada por la gestión de Alberto Fernández.
En ese momento, el Estado nacional se quedó con el 63,7% de las acciones y la provincia de Mendoza con el 21,2%. El resto de las acciones se reparten un fondo de acreedores (9,78%) y la familia Pescarmona (5%).
En septiembre de 2024, el gobierno de Mendoza habilitó el traspaso de sus acciones y le permitió al Ejecutivo nacional avanzar con la privatización de la compañía. Tras ello y varios meses de negociaciones, el Gobierno libertario finalmente aceptó la oferta de ARC y se espera que en los próximos días se anuncie la preadjudicación de Impsa a la compañía estadounidense.
ARC Energy tiene sede en Luisiana, Estados Unidos. El presidente de la firma es Jason Arceneaux, y tanto él como dos de los directores de la compañía, que son venezolanos, aparecieron públicamente como aportantes a la campaña de Donald Trump.
Según el entendimiento alcanzado con el gobierno argentino, la compañía norteamericana hará un pago inmediato de cerca de u$s7 millones, que representan el 25% de su propuesta de capitalización que alcanza un total de u$s27 millones.
El resto del dinero será desembolsado a lo largo de 2025 con capital de trabajo durante el proceso de búsqueda de nuevos contratos. Según trascendió, la nueva administración apuntará a ganar licitaciones de grúas para puertos y mantención de centrales hidroeléctricas en Estados Unidos.
Otro tema que estaba en discusión y que ya fue cerrado, es la posibilidad de renegociación de los contratos vigentes que tenía Impsa con el Ministerio de Defensa, YPF y otros organismos estatales.
Impsa tiene un pasivo que está calculado en u$s570 millones. Entre los principales acreedores están el Banco Nación, el BID, el BICE, y la corporación chilena Grupo Moneda. Los futuros propietarios quieren asegurarse que podrán renegociar esas deudas para poder avanzar con la operación de la compañía.
Impsa, que se inició como Industrias Metalúrgicas Pescarmona, pasó a ser una de las principales empresas argentinas del sector metalúrgico y energético, con participación clave en proyectos hidroeléctricos, parques eólicos, energía nuclear y equipamiento para la industria petrolera y de gas. Cuenta con un plantel de 660 empleados, cuyos salarios representan alrededor de $1.400 millones mensuales.