La Universidad de Harvard realizó una investigación en donde examinó los hábitos de sueño y de alimentación de más de 3.000 personas.
Un estudio de la Universidad de Harvard analizó cuánto es el tiempo ideal para dormir la siesta y los resultados podrían sorprender a más algún amante de este hábito. Precisamente, la investigación incluyó a más de 3.000 personas y se analizó cuánto dormían, cómo se alimentaban, entre otras cosas.
El editor ejecutivo de Harvard Men’s Health Watch, Matthew Solan, dio a conocer la investigación en mayo pasado y reveló la duración ideal para una siesta, la cual sería de menos de 30 minutos. Justamente, los resultados provienen de un análisis de más de 3.000 adultos, que completaron distintos formularios.
En ellos indicaron cuáles era sus hábitos de siesta, de alimentación y de sueño. De esta forma, los especialistas descubrieron que quienes dormían más de 30 minutos diarios, poseían niveles de colesterol e índice de masa corporal más alto que el resto.
En contraposición, aquellos que no sobrepasaban la media hora de siesta, estaban fuera de estos padecimientos y hasta tenían menos posibilidad de sufrir de presión arterial alta. En ese sentido, los profesionales de Harvard coincidieron que las largas siestas pueden cambiar el ritmo cardíaco y podría desencadenar otros problemas como en el síndrome metabólico, obesidad o resistencia a la insulina.
Dormir siesta puede aumentar la creatividad en una persona
Cuando alguien no duerme lo suficiente, puede jugarle en contra ante el contacto social y se sentiría demasiado cansado para seguir con la rutina. Ahora bien, un estudio del MIT (Massachusetts Institute of Technology), reconoció que la mente puede ser más productiva cuando se duerme una siesta.
En ese punto, Kathleen N. Esfahany, estudiante del instituto y principal protagonista del estudio, sostuvo: “Cuando uno está predispuesto a dormir y hay algún tópico rondando en la cabeza durante el inicio del sueño, puede haber experiencias oníricas que luego pueden usarse para estas tareas creativas”.
La publicación apareció en Scientific Reports y afirma que un cerebro que está bajo el estado de sueño, puede conectarse de manera más extensa y agiliza la creatividad.