La cantante estadounidense rompió récords de ventas en su último tour y es de las más escuchadas mundialmente. En consecuencia, se posicionó este año como la artista más rica del mundo.
Taylor Alison Swift es una de las artistas más populares de la actualidad, con millones de escuchas alrededor del mundo. Su rol de cantante, compositora, productora discográfica, directora, actriz y empresaria la colocó en la cima del éxito, tanto musical como económico.
Publicó 12 álbumes de estudio, tres EP, y seis regrabaciones, trabajos que se masificaron en seis giras mundiales donde tocó para multitudes en inmensos estadios de cientos de países. La última de éstas, titulada The Eras Tour y realizada entre 2023 y 2024, se convirtió en una de las más exitosas de la historia de la música.
También participó en cine y series como CSI, Hannah Montana, Valentine’s Day y The Giver, además de los documentales de ella misma, tanto biográficos como registrando sus conciertos.
Es considerada una de las mayores artistas pop por Billboard, revista especializada en la que la artista alcanzó el puesto uno de su lista en reiterada ocasiones. Además, ocupa el décimo puesto en el ranking de los artistas con mayores ventas de la historia, con 260 millones ventas certificadas.

Por otra parte, por su música ganó 764 premios y 1.261 nominaciones. Entre las distinciones que le otorgaron, se destacan varios American Music Awards, más de diez Billboard Music Awards y 14 Grammy Awards.
El patrimonio de Taylor Swift
En los últimos cuatro años, la cantautora logró recaudar u$s400 millones con las ventas de música y un estimado de u$s370 millones con entradas y mercancías. De esta manera, con 33 años se convirtió en la primera cantante mujer en ser multimillonaria exclusivamente gracias a su música y sus shows en vivo.
Con la gira “The Eras Tour“, que desembarcó en Argentina, logró recaudar u$s780 millones sólo por la venta de entradas en sus 152 conciertos, de lo cual ella se lleva un 85%. De hecho, ésta fue la responsable de que su patrimonio ascienda de u$s1.100 millones a u$s1.600 millones, convirtiéndose en la artista más rica del mundo por encima de Rihanna.
Pero en ese crecimiento también influyen decisiones inteligentes, como la de volver a grabar su catálogo anterior de álbumes, después de que los derechos se vendieran sin su permiso. Al invertir en la propiedad de su música, la cantante incrementó el valor de su discografía, contribuyendo significativamente en su riqueza, haciéndole ganar cientos de millones e incluso posicionando siete álbumes en las listas de mayores éxitos desde 2019.
Por otra parte, según la revista Forbes, Taylor Swift gana entre u$s10 y u$s13 millones por cada concierto, cifras altísimas, sobre todo si se tiene en cuenta el gran equipo que acompaña a la cantante durante la gira y toda la puesta en escena en la que no suele escatimar.
El mismo medio, asegura que la cantante contribuyó a la economía estadounidense, al menos hasta octubre de 2023, con u$s5.400 millones, una cifra que aumenta por su gira por Latinoamérica y ahora Europa.
Las propiedades de Taylor Swift
Taylor Swift no solo supo conquistar el mundo musical, también pisa fuerte en el mercado inmobiliario, con una importante cantidad de propiedades millonarias que entre todas superan los u$s100 millones.
En 2009 adquirió la primera de éstas, un penthouse de 1.219 metros cuadrados en The Adelicia, Nashville, Tennessee, por u$s1.990.000. Hoy en día, su valor se estima en más de u$s3.7 millones.

El penthouse de Taylor Swift en Nashville.
Vanity Fair
Luego se compró la Northumberland Estate en Forest Hills, por u$s2.5 millones. Esta mansión de estilo griego y construida alrededor de 1934, tiene un valor actual de aproximadamente u$s3.720.000.
Al poco tiempo invirtió en una mansión colonial de 3.352 metros cuadrados en Watch Hill, Rhode Island, por u$s17.750.000 en 2013. Hoy, su valor creció y supera los u$s20 millones.
Ya en 2015, la artista ingresó a Beverly Hills tras adquirir la mansión Goldwyn Estate por u$s25 millones. Esta propiedad, que ahora vale casi u$s30 millones, no solo cuenta con seis dormitorios, cancha de tenis y pileta, sino que también es un monumento histórico protegido, brindando un vínculo tangible con el pasado dorado de Hollywood.
Finalmente, compró dos penthouses en el edificio Sugar Loaf de Tribeca por u$s19.950.000, los cuales unió para transformarlos en un lujoso dúplex de 2.532 metros cuadrados. No obstante, su firma también aparece en la compra de una casa adosada vecina por u$s18 millones y otro departamento en el mismo edificio por u$s9.750.000.