En una semana bursátil desastrosa que llevó a los índices cerca de sus niveles más bajos del año, un mercado deprimido por el tono más duro de lo esperado de la Reserva Federal arrastra a las acciones.
Wall Street opera a la baja el viernes, luego de otra semana bursátil desastrosa que llevó a los índices cerca de sus niveles más bajos del año, en un mercado deprimido por el tono más duro de lo esperado de la Reserva Federal de Estados Unidos.
El promedio industrial Dow Jones baja a su mínimo de casi dos años, el primer gran índice bursátil estadounidense que cae a menos de su mínimo de junio, por el temor a que las agresivas subidas de las tasas de interés provoquen una recesión.
El índice de grandes valores estuvo a punto de caer un 20% por debajo de su máximo histórico de cierre del 4 de enero, lo que confirmaría al cierre que está en un mercado bajista, según una definición comúnmente utilizada. El S&P 500 confirmó que estaba en mercado bajista en junio y el Nasdaq en marzo.
El Promedio Industrial Dow Jones pierde 408,50 puntos, o un 1,4%, en 29.668,18, tras caer brevemente antes del mínimo de este año de 29.653,29 puntos el 17 de junio. El S&P 500 bajaba 65,07 puntos, o un 1,7%, a 3.692,92, y el Nasdaq Composite perdía 220,27 puntos, o un 2%, a 10.846,54.
Este viernes se conoció que la actividad empresarial en Estados Unidos se contrajo por tercer mes consecutivo en septiembre, aunque lo hizo a menor ritmo que en el mes anterior. El S&P Global dijo este viernes que el PMI compuesto de producción de Estados Unidos, que sigue a los sectores manufacturero y de servicios, subió a 49,3 este mes desde una lectura final de 44,6 en agosto. Sin embargo se sostiene por debajo del 50, que indica una contracción de la actividad del sector privado.
El Producto Bruto Interno del país se contrajo en dos trimestres consecutivos. La economía se está desacelerando mientras la Reserva Federal endurece agresivamente su política monetaria para enfriar la demanda y devolver la inflación al objetivo del 2% del banco central estadounidense. El miércoles, la entidad subió las tasas de interés en 75 puntos básicos, su tercera subida consecutiva de esa magnitud, y ha señalado que habrá más subidas importantes este año en un intento de contener la inflación que en agosto registró un 8,3% interanual, menos que en el mes anterior pero más de lo esperado.
El dólar además toca su máximo en dos décadas y los bonos vuelven a subir ante el temor de una nueva suba de tasas, mientras los activos del Reino Unido se derrumban tras el anuncio de recortes fiscales en ese país y un aumento del endeudamiento. La libra colapsó y atravesó la barrera simbólica de u$s1,10 por primera vez en 37 años.
Durante la semana los principales bancos centrales aplicaron subas de tasas o anunciaron volver a hacerlo dada la persistencia de la inflación. Japón intervino en el mercado por primera vez desde 1998, y los bancos de Suecia, Suiza y Noruega también aumentaron sus tasas. La Fed por su parte anticipó que prevé que los tipos altos duren hasta 2023.
El índice de acciones mundiales de MSCI tocó el viernes su nivel más bajo desde mediados de 2020, habiendo perdido alrededor de un 12% en el mes que pasó desde que el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, dejó claro que es necesario bajar la inflación, a pesar a los efectos perjudiciales que esto pueda traer.
El rendimiento de la deuda 10 años subía 5 puntos básicos a 3,8%, otro máximo de 11 años y medio, y va camino de su octava subida semanal consecutiva. Los rendimientos de los bonos de la zona euro también subían con fuerza, y el rendimiento italiano a 10 años alcanzaba el 4,3%, su máximo desde finales de 2013, antes de las elecciones italianas del domingo.
“Las últimas acciones de la Fed nos dejan la sensación de que el fin de las subidas de tasas no está cerca”, dijo Rick Meckler, socio de Cherry Lane Investments y agregó: “Hay muy pocas noticias positivas en este momento y eso podría llevar a una especie de retirada final. Es ciertamente posible que nos acerquemos a los mínimos a corto plazo”.
Las nefastas perspectivas de un puñado de empresas -las más reciente FedEx Corp y Ford Motor Co- también se han sumado a los problemas en un periodo estacionalmente débil para los mercados.
Goldman Sachs ha recortado su objetivo de cierre de año para el índice de referencia S&P 500 en aproximadamente un 16%, a 3.600 puntos, lo que supone un descenso del 2,5% respecto de los niveles actuales.