Un inspector del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) fue víctima de una violenta agresión en un puesto de control ubicado sobre la Ruta Nacional 151, cerca de la localidad pampeana de 25 de Mayo. El hecho ocurrió el viernes 2 de mayo y fue denunciado públicamente por Walter Wertmüller, delegado de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE).
Según el testimonio del gremialista, el ataque se produjo luego de que el agente sanitario procediera al decomiso de un costillar con hueso transportado de manera irregular por un turista. “El trabajador estaba realizando una inspección en un vehículo particular. El hombre accedió a mostrar el baúl, pero se negó a abrir el asiento trasero, donde se divisaba un costillar”, detalló Wertmüller.
La situación se tornó violenta cuando los inspectores comenzaron a rociar cal sobre la carne, tal como lo establece el protocolo. “En ese momento, el conductor tomó la bolsa con el producto, y al acercarse el inspector, le dio un cabezazo que le aflojó dos dientes. Luego, en el suelo, lo golpeó con piñas y patadas”, relató el delegado.
El hecho fue frenado por otros trabajadores que se encontraban en el puesto, y el inspector agredido se recupera en su domicilio. “Está con golpes, pero fuera de peligro”, confirmaron desde el gremio.
Un patrón de violencia creciente
Este no es el primer caso de agresión registrado en controles sanitarios. El 1 de mayo, una situación similar se había producido en Casa de Piedra, lo que enciende las alarmas entre los trabajadores del sector. “Estas situaciones se están volviendo habituales, y es urgente que se tomen medidas”, reclamó Wertmüller.
En ese marco, exigió la presencia permanente de efectivos policiales en los puestos de control. “La policía brinda transparencia y resguardo. Sin su presencia, hay conductores que ni siquiera se detienen o nos tiran los vehículos encima”, advirtió.
Reclamo a Senasa y al Gobierno nacional
El delegado de ATE también apuntó contra el clima de estigmatización que —según expresó— se ha instalado en torno a los empleados estatales. “Hay discursos que nos señalan como enemigos o ñoquis, y eso genera un contexto hostil. Nuestro trabajo es defender la salud pública y garantizar derechos”, afirmó.
Finalmente, exigió a las autoridades del Senasa que adopten medidas ejemplificadoras frente a este nuevo caso de violencia. “Esperamos una respuesta firme. No podemos seguir trabajando en estas condiciones”, concluyó.