Hoy, 12 de mayo, se conmemora el día de la Enfermería a nivel mundial, proclamada por el Consejo Internacional de Enfermería, por el nacimiento de Florence Nightingale, una enfermera británica emblemática dentro del rubro. Desde La Pampa, se destaca la labor de Alicia Schulmeister enfermera del paraje Árbol de la Esperanza.
Se recibió en el año 1991 de auxiliar de enfermería y se trasladó a La Plata con la idea de estudiar medicina. Tiene 55 años y desde hace 13 se encuentra radicada en este paraje del oeste pampeano.
Cuando vivió en La Plata se encargó de ver sanatorios y hospitales para ofrecer su servicio. Enseguida consiguió trabajo en una clínica privada. Tiempo después se sumó al staff de terapia intensiva del hospital Otamendi y Miroli de Buenos Aires. Así fue como pasó por varias instituciones.
En el año 2000 volvió a La Pampa, a General Pico donde comenzó haciendo suplencias.
“Para mí todo era nuevo, a diferencia de lo que venía haciendo en terapia intensiva de noche en mi trabajo de franquera. Por suerte ingresó un médico nuevo que trabajó mucho en atención primaria. Era un líder nato, que predicaba con el ejemplo”, argumentó Alicia.
A llegar al lugar, dijo: “no me alcanzaban los ojos para ver tanta soledad, tanta tristeza, tanta sequía. Fue un golpe duro, ver la pobreza estructural y más que nada la pobreza cultural de la gente”.
La idea de su trabajo, al estar emplazado en una Posta Sanitaria, donde la gente no se encuentra tan cercana, era ella misma trasladarse a los puestos. En su momento el ministro de Salud, la autorizó para que salga y recorra para conocer la patología que tenía la gente, la medicación que tomaba y se las alcanzaba o la retiraban de la Posta. “Así fueron los comienzos en esta zona. Dependemos del médico de Santa Isabel y la comunicación era por radio. En ese momento funcionaba muy bien el Departamento Comunicaciones del Gobierno provincial. Actualmente nos manejamos con la comunicación por celular”.
Tiempos de pandemia
La gente de los puestos está enterada de la COVID, por los medios masivos o por sus familias que viven en otros pueblos. “Se van al campo donde dicen que están más sanos porque están al aire libre. Pero no se dan cuenta que ellos pueden traer el virus acá. Necesitamos reforzar los cuidados, el virus lo puede traer tu hijo que ha ido un rato al pueblo y se contactó con gente que está enferma sin saberlo. La sociedad tiene que entender que tenemos que cuidarnos”.
A los más ancianos “los controlo mucho más, voy en forma permanente”.
Respecto a la vacuna, “yo les tomo los datos, aunque algunos tienen dudas. Ven que algún familiar se vacuna y comienzan a sentirse más seguros. Acceden a la vacunación antigripal antes que a la de COVID, porque es conocida para ellos.
La gente de por aquí trabaja de lunes a lunes con sus animales, no importan las condiciones climáticas”.
Respeto a las medidas de prevención señaló que “nos hemos relajado bastante, pero ahora vemos que en los pueblos de alrededor aparecen más casos. Les recomiendo que frente a la presencia de síntomas, se aíslen y se hisopen, a los 15 minutos tenemos el resultado del antígeno y si da negativo esperamos que vuelva el resultado de la PCR desde Santa Rosa”.
Una de las dificultades que marcó fue que los caminos se ponen muy feos cuando llueve o cuando está seco, es muy difícil transitarlos. Por este motivo es que les cuesta acercarse a la posta, aunque Alicia ya los ha acostumbrado a sus visitas, extrañándola en casos de vacaciones o por otras causas.
Vínculo fluido con el Ministerio
“Existe una comunicación fluida con el subsecretario de Salud, Gustavo Vera, siempre atento. También nos comunicamos de manera permanente con la Dirección de Atención Primaria de la Salud. Pedí también una enfermera más joven, para que me ayude en la tarea”, describió.
Con respecto a CODES “nos brinda sus capacitaciones, antes de la pandemia presenciales en distintos pueblos y en este contexto de forma virtual, con los ateneos que se hacen en los hospitales escuela. Asistimos todo el equipo de Salud y son sumamente enriquecedores”, enfatizó.
Alicia contó su vivir diario, sus comienzos, todas las tareas al servicio del pueblo que la adoptó como profesional de la Salud y como vínculo humano, en esos lugares tan inhóspitos del oeste pampeano.