Estados Unidos sacude el tablero comercial: ¿qué productos sentirán el golpe del nuevo esquema arancelario?

El mundo vuelve a tambalear bajo el peso de las políticas proteccionistas de Washington. Esta vez, la administración de Donald Trump redibujó las reglas del juego con una batería de nuevos aranceles que no sólo apuntan a China, sino que alcanzan de rebote a gran parte del globo. Y sí, Argentina también siente el coletazo. […]

El mundo vuelve a tambalear bajo el peso de las políticas proteccionistas de Washington. Esta vez, la administración de Donald Trump redibujó las reglas del juego con una batería de nuevos aranceles que no sólo apuntan a China, sino que alcanzan de rebote a gran parte del globo. Y sí, Argentina también siente el coletazo.

El escenario es claro: más impuestos a las importaciones se traducen en aumentos de precios. Lo que antes era accesible podría empezar a pesar más en el bolsillo, desde un celular hasta una copa de vino. Te contamos qué rubros ya muestran señales de alerta.

Tecnología: más chips, más caro
Si tenías en mente cambiar tu smartphone o hacerte con algún gadget nuevo, mejor andá sumando unos billetes más al presupuesto. Productos tecnológicos provenientes de China, Taiwán o Corea del Sur –como los iPhones y otros dispositivos populares– enfrentarán incrementos importantes. El nuevo arancel del 34% sobre bienes chinos no perdona, y aunque Apple desvió parte de su producción hacia India, ese país tampoco se salva: un 26% adicional encarece sus envíos.

Automóviles: lujo y mainstream, todo cuesta más
Los amantes de los fierros también verán complicaciones. Coches alemanes y japoneses enfrentarán una doble carga: a la tasa actual del 25%, se suma un 10% extra. Dependiendo del modelo y el origen, esto puede representar un aumento de entre 2.500 y 20.000 dólares por unidad. La medida, además, golpea a la industria automotriz local que depende de piezas extranjeras para su ensamblaje.

Indumentaria y calzado: vestirse será un lujo
Las prendas y el calzado importado, sobre todo los provenientes de China, Vietnam y Bangladesh, pagarán aranceles que trepan hasta el 46%. Esto significa que marcas que encontramos en gigantes como Walmart o Target ajustarán sus precios, afectando al consumidor directo. El resultado: vestirse bien podría costar más de lo habitual.

Comida y bebida: del antojo al gasto
No solo se encarecen los bienes durables. También se verán afectados productos de consumo diario como el café, el chocolate y bebidas importadas. Con alzas de hasta un 21% para productos de origen brasileño, colombiano o africano, los desayunos y meriendas también pasarán factura. Y para quienes gustan de los placeres europeos, el vino italiano o francés y el whisky escocés ya figuran en la lista de importaciones alcanzadas por las nuevas tarifas.

Muebles: hasta amueblar la casa será más caro
China y Vietnam dominan el mercado de muebles exportados a Estados Unidos. Pero los aranceles recíprocos comienzan a sentirse en todos los segmentos: desde las opciones más económicas hasta las líneas premium. El aumento de costos ya inquieta al sector del hogar y decoración.

Un cambio de reglas con efecto dominó
Lo que a simple vista parece una medida interna de EE.UU., tiene ramificaciones globales. Las empresas exportadoras del mundo –y por ende sus trabajadores y consumidores– están recalculando ante un mercado que se vuelve cada vez más caro y menos predecible. En Argentina, importadores y compradores deberán adaptarse a una nueva realidad donde los precios responden más a la política que a la demanda.