Exportaciones en jaque: La Pampa bajo presión por decisión de Trump

Un cambio inesperado en la política comercial de Estados Unidos pone en alerta a los productores pampeanos. La decisión del presidente Donald Trump de aplicar un nuevo arancel general del 10% a todas las importaciones, incluida la Argentina, podría desatar una tormenta perfecta para las economías regionales, entre ellas, la pampeana. Aunque aún reina la […]

Un cambio inesperado en la política comercial de Estados Unidos pone en alerta a los productores pampeanos. La decisión del presidente Donald Trump de aplicar un nuevo arancel general del 10% a todas las importaciones, incluida la Argentina, podría desatar una tormenta perfecta para las economías regionales, entre ellas, la pampeana.

Aunque aún reina la incertidumbre sobre cómo se implementará exactamente la medida, el impacto ya comenzó a sentirse en los análisis preliminares. Según informes a los que tuvo acceso este medio, los sectores cárnico y apícola serían los más golpeados por esta nueva barrera comercial, que amenaza con encarecer los productos argentinos y dejarlos fuera de competencia frente a otros países.

Un freno en el camino

La Agencia I-Comex, en conjunto con el Cepec, realizó un estudio donde se advierte que la imposición arancelaria no solo afectaría los números macroeconómicos nacionales, sino que podría desbalancear la ya frágil competitividad de las exportaciones pampeanas. En 2024, Estados Unidos fue el tercer destino de los productos exportados desde La Pampa, con ingresos por USD 12,1 millones, siendo la carne bovina el principal producto comercializado, seguida por la miel y en menor medida, semillas, sal y despojos animales.

Suben los aranceles, bajan las chances

Actualmente, la carne pampeana ingresa al mercado estadounidense con una tasa preferencial de apenas 0,4%. Pero de confirmarse la nueva normativa, ese número podría dispararse a 10,4% para los productos dentro del cupo y hasta 36,4% para aquellos que lo superen o no entren dentro de las categorías específicas. La miel, por su parte, también pasaría de pagar menos de medio punto porcentual a tributar más de 10%.

Estas subas podrían desalentar a los compradores norteamericanos y provocar una caída significativa en la demanda, obligando a los productores pampeanos a buscar nuevos mercados en un escenario global cada vez más competitivo.

Una economía en jaque

El informe no sólo advierte sobre los efectos del nuevo arancel, sino también sobre un contexto nacional adverso: inflación persistente, costos internos elevados en dólares y volatilidad cambiaria. Todo esto agrava el panorama para los exportadores, que ya venían lidiando con condiciones desfavorables.

Para la industria cárnica en particular, se trata de un doble golpe: por un lado, la pérdida de competitividad frente a los proveedores locales de Estados Unidos; por otro, el encarecimiento de la producción argentina, que la aleja de los mercados internacionales más exigentes.

Reacomodamiento global

Desde la Agencia I-Comex también anticipan que la decisión de Trump podría desencadenar una reconfiguración mundial en las rutas comerciales. China, al verse limitada para abastecer a Estados Unidos, podría redirigir su exceso de capacidad hacia otras regiones. Y eso preocupa, especialmente si Argentina mantiene su política de reducción de aranceles para la importación.

Voces locales en alerta

Desde la Unión Industrial de La Pampa, su presidente Miguel Iglesias minimizó el impacto directo sobre las industrias locales, aunque reconoció un posible efecto dominó. “Hoy por hoy, no exportamos productos manufacturados a Estados Unidos”, dijo. Pero advirtió sobre el riesgo de una “invasión” de productos asiáticos: “China va a buscar colocar su producción en otros mercados, y si Argentina sigue flexibilizando su política de importaciones, podríamos vernos perjudicados indirectamente”.

¿Y ahora qué?

Frente a este panorama, los expertos coinciden: es crucial que el gobierno nacional actúe con firmeza, defendiendo el comercio exterior argentino ante una medida que rompe con los principios de apertura y cooperación internacional. La ausencia de una postura clara podría debilitar aún más la posición del país en futuras negociaciones comerciales.

Para La Pampa, la solución pasa por diversificar destinos, fortalecer la presencia en mercados alternativos y diseñar políticas internas que alivien los costos del sector exportador. El desafío no es menor, pero quedarse de brazos cruzados podría tener un costo aún más alto.