En el año 2020 se institucionalizó el 4 de marzo como Día Mundial de la Obesidad. El objetivo de la visibilización de este día, es lograr soluciones integrales y responsabilidad compartida para abordar el problema global de la obesidad desde un nuevo paradigma.
En Argentina, el sobrepeso y obesidad es la forma más prevalente de malnutrición y a lo largo de los últimos años también se identifica una tendencia creciente, en todos los grupos etarios y sociales.
Según los datos de la última Encuesta Nacional de Nutrición y Salud (ENNYS, 2019) el exceso de peso está presente en el 67,9% de la población adulta, en el 41,1% de la población de 5 a 17 años y en el 13,6% de la población menor de 5 años.
La obesidad es un problema de Salud Pública multifactorial y se trata de un factor de riesgo importante para otras enfermedades no transmisibles como diabetes, hipertensión y diversos tipos de cánceres, todas ellas principales causas de mortalidad y morbilidad en el mundo.
Entre los principales determinantes del sobrepeso y obesidad se encuentra un estilo de vida poco saludable, en el que se incluyen la elevada ingesta energética de azúcar y grasas, a través de productos ultra procesados de bajo valor nutricional y el sedentarismo.
Se debe fomentar el cambio en el estilo de vida para adquirir hábitos saludables, tales como, aumentar el consumo de frutas y verduras, ingerir agua, realizar actividad física periódicamente, evitar el sedentarismo, evitar consumir alimentos con alto contenido de azúcar, sal y grasa, respetar las cuatro comidas del día y evitar picotear entre comidas.
La obesidad es un enfermedad multifactorial por lo que el abordaje de la misma debe ser multisectorial, todos debemos trabajar en la construcción de soluciones de esta problemática.